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as socavaciones que se advierten en la avenida Costanera de Paraná, en el tramo que va de Juan de San Martín a Vélez Sarsfield, se debieron al exceso caudal de lluvias caído en los últimos meses, que “produjeron acumulación de agua sobre la vereda, que al filtrarse a través de los canteros generó una corriente lo suficientemente importante para arrastrar el material de relleno (arena refulada), generando una depresión”. “La inspección realizada, dado el tiempo transcurrido desde la ocurrencia de esta situación, no permite asegurar si esta acumulación de agua se produjo por alguna obturación temporaria de los desagües o por haber sido superada la capacidad de evaluación de los sumideros existentes en la zona”, añade. De esa forma, la contratista no arriesga ninguna opinión sobre las causas de los hundimientos, que atribuye más a causas excepcionales, particularmente a intensas lluvias que el informe no especifica de qué fecha y de cuánto volumen se trató. Además, añade la existencia de ciertas fisuras, al sostener que “también se observó que las colchonetas conformadas por piedras contenidas en canastos de alambre sufrieron una deformación localizada en el sector en cuestión, causada por el escurrimiento de la gran cantidad de agua acumulada en la superficie a través del pequeño espacio generado entre la viga de cierre y la colchoneta, lo que le imprimió al escurrimiento la velocidad necesaria para producir el arrastre de suelo y el movimiento de las piedras”. El informe, hecho a pedido del titular de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP), Martín Fabre, descarta que el emprendimiento tenga fallas estructurales, ya que los hundimientos advertidos son atribuibles, dice el técnico, “a una precipitación extraordinaria”. De ese modo, ayer Fabre desacreditó las advertencias del arquitecto Rubén Cabrera, proyectista de la obra de la Costanera, que había hablado de vicios ocultos. “Me parece poco serio lo de Cabrera, porque lo dice no en función de un trabajo técnico, sino a partir de meras presunciones”, dijo Fabre. El informe técnico, que alude como principal problema al exceso de lluvias como causa de los problemas en la Costanera —la obra se hizo como defensa contra inundaciones— plantea la “posibilidad de estudiar la cuenta que desagua en este sector para determinar la precipitación máxima” que soporta. Al respecto dice que “no formaba parte de las responsabilidades” de la empresa “definir estos parámetros ni proyectar o construir estos eventuales desagües”.