E

l secretario de Planificación municipal arquitecto Gastón Grand prometió que se convocará a los vecinos preocupados por la construcción de edificios en el Parque a una reunión para trabajar en readecuaciones en el Código Urbano. No obstante aclaró que se trabajará en la cantidad de las edificaciones “en toda la ciudad” promoviendo el crecimiento hacia otros sectores. “La morfología, alturas y usos están estipulados en el Código Urbano. Hay que ver si es suficiente o no la cantidad de edificios en toda la ciudad, no sólo en un sector”, dijo y aclaró que está estipulado que se revise el Código dado los profundos cambios que registra la ciudad en su estructura urbana. Para el funcionario, el problema no se reduce a frenar las construcciones de edificios en Parque Urquiza, sino que hay estudiar cuál es el límite de densidad poblacional en determinados sectores. “Creo que podemos acordar que hay algunas manzanas que tienen suficiente densidad y el incremento indiscriminado de edificaciones puede generar problemas en el estacionamiento, pero no por eso podemos hablar de congelar las construcciones”, consideró. Impacto ambiental Para los vecinos, el punto más crucial de esta situación es el impacto ambiental. Los vecinos se quejan porque en la zona disminuyó la calidad de vida: no hay viento, cambiaron los olores, falta ventilación natural porque existen murallas, perdieron intimidad, hay casas que no tienen sol y hasta sufren pérdida estética de sus viviendas, ya que tienen en sus patios un paredón. “No compartimos el hecho de querer proteger la zona como un lugar de privilegios”, dijo y criticó: “El sector tiene algunas particularidades. Hay algunos habitantes del lugar que mantienen una plaza bajo llave en Mitre y San Martín al estilo inglés”. Además consideró que el reclamo lo hace un sector reducido, ya que la mayor cantidad de habitantes del lugar vive en edificios. Reconoció que en esa zona aumentó la construcción, cambió la fisonomía, hay renovación edilicia y un cambio en el tejido urbano. Sin embargo, se valió de que “casi el 70% de los habitantes de ese lugar vive en edificios y sólo el 36% vive en viviendas individuales”, para disminuir el reclamo y agregó que éstos últimos tienen más del doble de la superficie por habitante que los que viven en departamento. “Hay 114.000 metros cuadrados en propiedad horizontal (departamentos en edificios) y 159.000 de viviendas individuales”, puntualizó. Grand agregó que sólo el 13% de las parcelas de ese sector comprendido por Mitre, San Martín, Laprida, Catamarca, Cortada Nux y calle Rivadavia tiene edificios de altura. Si bien aseguró que se revisará el código dijo que “la discusión de las edificaciones no puede centrarse sólo en una zona de la ciudad”. Como dato destacó que en los últimos dos años se efectuaron 40 pedidos de construcción de edificios en toda la ciudad. El malestar de los vecinos se centra además en el colapso de los servicios públicos, como el caso del agua potable. Sin embargo el funcionario precisó que “no habrá problemas con los servicios porque cada edificio tiene previsto en el trámite de edificación presentar un proyecto de prefactibilidad donde se prevé la provisión de agua, gas y servicio eléctrico”. El Colegio de Arquitectos descarta detener las obras El presidente del Colegio de Arquitectos Rodolfo Suárez salió al cruce de los vecinos del Parque Urquiza, que habían aseverado “complicidad” de la institución frente a estos cambios urbanos, que generan impacto ambiental, colapso de servicios públicos y deterioro de calidad de vida. En ese marco, dijo que la entidad que representa “no puede estar nunca de acuerdo con la medida extrema” de quitar los permisos para levantar edificios en el lugar: “Es una discusión que no proviene de acá sino por lo ocurrido en Buenos Aires y que ha tenido un daño muy grande porque cuando uno llega a la suspensión de algo es debido a que no se han tomado las previsiones del caso”, planteó en diálogo con APF. “La tierra urbana es muy cara y para que se abaraten los costos y ante el crecimiento de la ciudad está la solución de densificar más los lotes, pero hay que plantear un límite”, añadió. “Hay un aspecto general que debiéramos atender y otro particular con respecto al Parque. Es cierto lo que dicen los vecinos: en la repetición de ese modelo de ciudad de río, parque y construcción, está la posibilidad de seguir construyendo una ciudad ponderada paisajísticamente, pero como no aparecen esos nuevos sectores a promover, la presión inmobiliaria es mayor”, aseguró.