P
or unanimidad, la Sala I de la Cámara del Crimen de Paraná condenó a la pena de nueve años de cárcel a Antonio Gamarra, un jornalero de 62 años que mató a su hijastro de una puñalada en el estómago. Para el Tribunal, integrado por Juan Ascúa, Felipe Celli y Daniel Perotti, no cabe duda alguna de que el sexagenario oriundo de la ciudad de San José de Feliciano fue el autor del crimen de su hijastro de 17 años. Los camaristas coincidieron con el fiscal, Juan Carlos Almada, en que el joven Daniel Oliva, a quien el acusado crió desde los 8 años, fue asesinado a sangre fría por su padrastro. Al momento de dictar sentencia el tribunal tuvo en cuenta los dichos de los testigos presenciales del crimen. Además, los camaristas desecharon que el imputado haya actuado en estado de inconsciencia por la alta ingesta alcohólica. Gamarra, quien está excarcelado desde el momento del homicidio, permanecería en libertad hasta tanto quede firme la sentencia. Esto ocurriría recién dentro de 10 días, si antes la defensa no presenta un recurso de Casación ante el Superior Tribunal de Justicia. Según quedó establecido en el debate, el hecho ocurrió en San José de Feliciano el mediodía del 31 de octubre de 2005 cuando la víctima se encontraba en la casa de su hermana en calle La Rioja y llegó su padrastro consumiendo fernet. Al parecer, una simple discusión sobre quién compraba la próxima botella llevó a Gamarra a clavarle a su hijastro una cuchilla, tipo machete, en el estómago. En su acusación, el fiscal dio por probada la autoría material y responsable del acusado. Además desechó de plano que el supuesto estado de ebriedad del imputado sea motivo de justificación. Para fundamentar su pedido de 10 años de prisión el fiscal afirmó que “la víctima fue atacada y no reaccionó por el respeto que tenía hacia Gamarra, quien lo crió como un padre”. (Uno)