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espués de las elecciones, y a partir de los anuncios realizados por el candidato electo y los proyectos presentados por legisladores del oficialismo, la Ong local llamó a los dirigentes a abrir el debate sobre agrocombustibles en la provincia, para que “los nuevos proyectos productivos puedan ser realizados de modo sustentable y no se transformen en una hipoteca del futuro de los entrerrianos”. Desde hace algún tiempo, los agrocombustibles han pasado a ocupar un lugar importante en las agendas políticas e informativas de la región. En Entre Ríos, sin ir más lejos, el candidato a gobernador electo por el oficialismo, Sergio Urribarri, anunció a mediados de marzo un proyecto para desarrollar 16 polos oleoquímicos en la provincia a partir de fondos de la Comisión Administradora de Fondos de Salto Grande (CAFESG), con el fin de producir –además de otros derivados de las oleaginosas– agrocombustible. A ello se suma el proyecto presentado ante la Cámara de Senadores de Entre Ríos por el legislador Carlos Strassera, que propone adherir a la Ley Nacional 26.093, sobre regulación y promoción para la producción y el uso sustentable de los agrocombustibles. “Estas iniciativas, sin embargo, no consideran los impactos sociales, económicos y ambientales que una promoción irracional podría producir en las tierras, los humedales, las fuentes de agua y los residentes, tanto rurales como urbanos”, señalaron desde la Fundación M’Biguá, Ciudadanía y Justicia ambiental. “No es coherente ni creíble repudiar el proyecto de instalación de las papeleras sobre el río Uruguay, por un lado, y por otro promocionar indiscriminadamente un modelo productivo basado en las oleaginosas como materia prima, lo que implicaría intensificar la siembra de soja transgénica en el territorio provincial. Todavía el gobierno no sabe a ciencia cierta las consecuencias que ha provocado la primera sojización de la superficie en Entre Ríos, dado que no se han realizado los estudios de impactos ambientales acumulativos correspondientes, y ya se promociona un modelo productivo que supone más siembra indiscriminada, mayor expansión de la frontera agrícola, más desmonte”. En este sentido, desde la organización ambientalista indicaron - en un correo enviado a INFORME DIGITAL -que “no se trata de clausurar ninguna de las alternativas productivas para la provincia, ni de repudiar el posible desarrollo de los agrocombustibles que, generados de manera adecuada y a escala reducida, podrían representar tal vez una salida productiva sustentable. No obstante, resulta difícil despegar este impulso a los agrocombustibles de la demanda creciente que han manifestado desde Estados Unidos y países de Europa, que planean liberarse progresivamente de los combustibles fósiles, a costa de una producción insustentable de oleaginosas que no quieren o pueden realizar en sus propios territorios”. Finalmente, M’Biguá solicitó a las autoridades del oficialismo que “consideren la necesidad de abrir el debate sobre agrocombustibles a todos los sectores, para que estos nuevos proyectos productivos puedan ser realizados de modo sustentable y no se transformen en una hipoteca del futuro de los entrerrianos. La incorporación de agrocombustibles en las condiciones actuales, lejos de representar un cambio positivo, podría consolidar las peores inequidades del modelo sojero, en el que unos pocos disfrutan de los beneficios y la gran mayoría recibe las consecuencias y ningún beneficio”.