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a advertencia judicial se conoce cuando la UCR y el PJ, entre otros partidos, designaron o están por nombrar sus candidatos presidenciales sin internas argumentado razones excepcionales o intervenciones (ver "Razones..."). Este fenómeno también se reproduce en la mayoría de los 600 partidos reconocidos legalmente, algunos de los cuales sólo son "sellos" para habilitar candidatos de último momento.
El mensaje de la Cámara es por si llegara en el futuro alguna apelación de minorías partidarias contra nominaciones de candidatos por decisión de la mayoría y sin internas .
Pero esta ausencia de internas se enmarca de una tendencia de menor participación de los afiliados y más aún ciudadanos independientes en la vida interna de los partidos acentuada con la caída del ex presidente Fernando De la Rúa de diciembre del 2001 y el slogan "que se vayan todos".
En noviembre pasado, en una votación sobre tablas, sin debate y con el respaldo de las bancadas oficialistas y parte de la oposición, el Senado derogó la ley de internas abiertas y simultáneas que se había sancionado durante la gestión del ex presidente Eduardo Duhalde (2002—2003) con la intención de aumentar la participación de independientes en la vida interna de los partidos. Uno de los argumentos para su derogación fue la escasa participación de independientes en las internas.
La última gran interna abierta fue de la Alianza en noviembre de 1998 cuando Fernando de La Rúa le ganó a Graciela Fernández Meijide la candidatura a presidente. Y la última gran interna cerrada fue en el PJ en julio de 1988 cuando Carlos Menem le ganó a Antonio Cafiero.
El último llamado de atención a los partidos en ese sentido la Cámara lo hizo esta semana al confirmar la caducidad de la personería política del partido Unión y Libertad por no haber cumplido con el artículo 50 de la ley 23.298 que obliga a realizar elecciones internas.
El partido Unión y Libertad había hecho elecciones internas para renovar autoridades partidarias en el 2002 y debía haberlas renovado cuatro años después, lo que no se cumplió a pesar de que estaba intervenido.
Al argumentar su decisión, la Cámara señaló que las internas "cuyos perfiles concretos y específicos pueden variar según la organización de cada agrupación no constituyen una mera formalidad que pueda satisfacerse con el cumplimiento de simples ritualidades ante la Justicia".
Por lo contrario, las internas "exigen la concreción de un proceso real que garantice la libre expresión de distintas corrientes de opinión o de líneas internas permitiéndoles exponer sus propuestas y competir por la conducción —en el marco de la periodicidad de los mandatos— o la conformación de una minoría", subrayó la cámara integrada por Santiago Corcuera, Alberto Dalla Vía y Rodolfo Munne.
Este no fue el único pronunciamiento en ese sentido sino que ya produjo más de cinco. Por ejemplo, a fines del año pasado, al resolver sobre la situación interna del PJ de La Rioja, la Cámara Nacional Electoral recordó que el artículo 3 de la ley 23.298 establece que los partidos deben contar "con una organización estable y funcionamiento reglados por la carta orgánica de conformidad con un método democrático interno, mediante elecciones periódicas de autoridades".
Luego señaló que en muchos partidos se sustituyó la elección interna por listas únicas que revisten una formalidad democrática y sin respetar los estatutos de cada partido lo que lleva el riesgo, citando al sociólogo francés Maurice Duverger de "establecer un poder autocrático detrás de decorados democráticos". (Fuente: Clarín)
