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ontero se presentó ante el fiscal Federico Delgado, quien lleva adelante la investigación por el supuesto pago de sobornos en el Senado, para denunciar las intimidaciones telefónicas que -según dijo- recibe en su domicilio. La mujer refirió ante el fiscal que “el hostigamiento es diario e incluso trasciende las fronteras del país llegando hasta Brasil”, donde la mujer tiene una casa. Contó que en un encuentro que tuvo con Costanzo en enero de este año en la ciudad de Gramado, en Brasil, éste le reveló que las amenazas que recibe “provenían del (ex) senador entrerriano Augusto Alasino y del (ex) senador Alberto Tell, precisando que las mismas alcanzaban también al ex director de la SIDE, Fernando de Santibañes”. “Todo esto me lo contó Costanzo por los lazos de amistad que nos unen”, dijo la mujer ante Delgado, tras admitir que el propio Costanzo le aconsejó que su hijo “no regresara al país, para resguardar su vida”. En su exposición ante Delgado la mujer dijo además que “una amiga que trabaja en la Cámara de Diputados” le dijo que el ex ministro de Justicia Jorge de la Rúa quería verla “para evitar que aporte nuevas pruebas” que involucren al ex presidente Fernando de la Rúa en la causa por el pago de sobornos. Montero es una testigo clave en la causa de los sobornos puesto que fue una de las pocas personas que refirió haber tenido constancia de la existencia del pago de coimas a los senadores en abril de 2000, al haber visto presuntamente el maletín con el dinero del soborno.