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na denuncia judicial sacudió otra vez el ambiente del rugby al tomar estado público: el hijo de un abogado de Paraná, fue severamente agredido por 12 adolescentes que forman parte de la M 15 de rugby de Estudiantes. El hecho se produjo en cercanías del colegio La Salle. El menor lesionado sufrió golpes y escoriaciones por los que debió ser asistido. Desde el Club Atlético Estudiantes (CAE), el presidente advirtió que no se ocultarán los hechos de violencia, por el contrario se trabajará con el club del cual es el chico para que estas situaciones “de barabarie sean repudiadas y controladas al máximo”. Según publicó Uno, el viernes pasado a las 19 el adolescente de 15 años que juega en la M 15 del Rowing (entidad deportivamente adversaria de Estudiantes) se aprestaba a ingresar al Colegio La Salle para jugar un partido de fútbol. En la esquina de calle Santa Fe, el menor fue interceptado por un grupo de 12 menores, que habrían tenido algún problema de índole deportiva que pretendieron resolver a golpes de puño pero, según consta en sede judicial, en una desproporcionada relación de 12 a uno. De acuerdo a la denuncia efectuada en la Fiscalía de turno a cargo de Lidia Taleb, el agredido fue rodeado por los jóvenes que, a causa de una “aparente puteada” en un partido de rugby, decidieron saldar la discordia a los golpes. Al parecer, el adolescente optó por enfrentar la situación, pero obviamente fue rápidamente superado, y debió padecer patadas y trompadas en todo el cuerpo. Maltrecho fue abandonado bajo la amenaza de que la paliza se volvería a repetir en cualquier momento, según denunció. El M 15 de Rowing padeció severos golpes en la espalda, brazos, piernas y rostro, aunque las lesiones no fueron graves seguramente debido a la buena preparación y entrenamiento deportivo del chico agredido. La situación provocó la indignación de los padres del menor golpeado, que no dudaron en formular la presentación judicial debido a los antecedentes que existen en la ciudad, ya que en el pasado jugadores de distintas divisiones de rugby han sido denunciados y hasta condenados por producir situaciones violentas y alejadas del espíritu deportivo con que se debiera formar a los jóvenes. Federik puso la cara El presidente del CAE, Agustín Federik, fue consultado en la tarde de ayer por UNO por el hecho que investiga la Justicia, y en esta oportunidad se debe decir que el dirigente demostró estar a la altura de las circunstancias. “Soy de los que piensan que a los problemas no hay que taparlos, sino que hay que discutirlos y si bien no sé cómo sucedió la cuestión, hemos tomado todos los recaudos necesarios para que este hecho sea investigado hasta las últimas consecuencias”. A paso siguiente, el titular del CAE repudió “toda agresión y violencia, dentro y fuera del club” ya que entienden que el deporte “es amistad y confraternidad”, y agregó: “Enterados de esta situación, lo primero que hicimos fue reunirnos con nuestros amigos del Rowing para analizar la situación”. Además informó: “También creímos necesario hablar con el padre del chico agredido a fin de escuchar su versión y ponernos a su disposición”. En tal sentido especificó: “Estamos preocupados por este hecho y nosotros vamos a tomar cartas en el asunto haciéndoles entender a los chicos involucrados que esta es una situación equivocada”, destacó Federik. Se impone destacar que el directivo, en todo momento demostró una actitud reflexiva ante el hecho –incluso en la atención a este diario por la requisitoria–, situación que contrasta con episodios similares de años pasados donde se abundó en triquiñuelas para minimizar las agresiones asentadas en sede judicial o policial. El dirigente señaló: “Hemos jugado al rugby y nunca tuvimos estas cuestiones, por lo que nos sorprenden estas situaciones y actitudes, por lo que realizaremos todas las medidas para que se solucione el problema”, resaltó, para alertar que no saben si fue una pelea o una riña. “Tenemos la información dada por los amigos de Rowing y el padre, por lo que damos crédito a la agresión”. Dicho esto, enfatizó: “Queremos que estas inconductas estén ajenas al CAE, pero también es cierto que los chicos en cuestión también iban al mismo colegio”. Pese a esto, marcó: “Pregonamos que el deporte debe unir más allá de la pasión y afortunadamente no son normales los hechos de violencia en nuestra institución. Y si bien sabemos que la violencia está a la vuelta de la casa, tratamos que la misma no ingrese a la institución”.