A

l descartar la participación de Enarsa, De Vido salió al cruce de las versiones que daban cuenta de la intención del Gobierno de utilizar a la energética estatal para adquirir una parte de las acciones de YPF. Si bien afirmó que "ni Enarsa, ni ninguna empresa provincial del sector" están en metidas en las actuales tratativas de compra, De Vido no descartó que en el futuro pueda darse algún grado de participación de las firmas estatales en la petrolera local. Según sostuvo el titular de Planificación, "si más adelante Enarsa decide adquirir acciones de YPF, lo podrá hacer sin inconveniente porque está legalmente facultada para hacerlo". Tras recorrer la central térmica de ciclo combinado que se está construyendo en Campana, De Vido destacó que "la negociación que lleva adelante Repsol para desprenderse de YPF está sujeta a la aprobación del Gobierno". Si bien anticipó que, en principio, no debería plantearse ningún problema con los cambios, el ministro recordó que "el Estado tiene el derecho a veto en las decisiones estratégicas y puede estar o no de acuerdo con la reestructuración de la empresa". De Vido indicó que —de acuerdo con la información que le brindó el presidente de Repsol- YPF, Antonio Brufau— "en estos momentos se está negociando con un solo grupo empresario y la operación podría cerrarse en un plazo de 5 a 6 semanas". Pese a que no fue identificado por De Vido, ni por Repsol, el holding empresario que está en carrera es el que encabeza Enrique Eskenazi, quien mantiene desde hace varios años un trato directo con los principales referentes de la administración kirchnerista. Eskenazi controla los ex bancos provinciales de Santa Cruz, Santa Fe, San Juan y Entre Ríos y es uno de los principales jugadores en el sector de la construcción con el grupo Petersen. Según la estrategia de Repsol, la venta de YPF se concretará en dos etapas. Primero, con la transferencia de hasta el 25% a un socio local. Y en segunda instancia, con la colocación en la Bolsa de otro 20% de las acciones. Entre ambas operaciones, Repsol prevé agrandar YPF con la incorporación de los activos que tiene en Brasil, Bolivia y Venezuela.