P
ocas horas antes de las elecciones que comenzarán a definir el destino político de la provincia más joven del país, los dos principales contendientes en la batalla por la gobernación de Tierra del Fuego siguieron intercambiando acusaciones en un cóctel que se parece bastante a aquel film norteamericano Sexo, mentiras y video , con subtitulado fueguino, sin teléfonos y con espionaje sin pudor en camas ajenas. Es que muchos calificaron de "sabotaje" y culparon al gobernador kirchnerista y candidato a la reelección, Hugo Cóccaro (Frente para la Victoria), por los cinco cortes del cable de fibra óptica que anteayer dejaron a la provincia sin Internet y complicaron las comunicaciones telefónicas. La intención era, denunciaron sus rivales Jorge Garramuño (Movimiento Popular Fueguino) y Fabiana Ríos (ARI), evitar la difusión de una grabación ilegal en la que la diputada kirchnerista Rosana Bertone, compañera de fórmula del gobernador, rechazaba acompañar a alguien "que manda a matar gente" y lo acusaba de ser "de lo peor". Desde una cama, acompañada y con poca ropa encima. Las grabaciones están cargadas en el sitio de Internet YouTube . Anoche se añadió un elemento dramático: Juan Carlos Ionfrida, un militante cercano a Cóccaro que aquí sindican como el hombre que grabó a Bertone, chocó en la ruta a Río Grande y está internado en grave estado. Antes de conocerse ese último dato, la joven diputada se había defendido: habló de "invasión de la privacidad", negó parcialmente haber dicho lo que se oía en las grabaciones y atacó a Garramuño, intendente de Ushuaia y salpicado por hechos de corrupción difundidos la semana última. "No me caben dudas de que Garramuño pudo mandar a su gente a hacer esto. La intención es tapar sus propios casos de corrupción", se indignó Bertone en el bar de un hotel con vista al canal de Beagle. -¿Es usted la que habla en el video? -Hay partes en las que es mi voz; en otras se ha editado de mala forma el sentido de lo que dije en otro momento político. -Pero allí acusa a Cóccaro de mandar a matar gente -Esto lo dije cuando el ex gobernador Jorge Colazo decía que Cóccaro lo quería matar. Después pudimos conocernos y generar confianza mutua. Enterado de las acusaciones, el intendente tampoco fue moderado: "No sé cómo esta pobre chica le explicará a su familia lo que se ve". A pesar de que en Telefónica calificaron el hecho como "sabotaje" -término con el que coincidieron Garramuño y Ríos-, cerca de Cóccaro negaron cualquier relación con el hecho. "No tenemos nada que ver, y no nos consta que haya sido un sabotaje", afirmaron a LA NACION fuentes de la gobernación. Cóccaro y Ríos coinciden en algo. Creen que las grabaciones difundidas la semana pasada, en las que el concejal del Movimiento Popular Fueguino Pablo Wolaniuk acepta 18.000 pesos, los cuenta y se los guarda en el bolsillo, mermarán las posibilidades de Garramuño en las elecciones de mañana, y que quedará fuera del ballottage citado para el domingo 24. "Le pedí la renuncia y lo separé de las listas de candidatos. ¡No sé qué más podía hacer, matarlo!", se queja Garramuño en su despacho. Mañana, los tres candidatos irán a Río Grande y esperarán allí el resultado de unos comicios atípicos y con final incierto.