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n su breve e improvisado discurso, Kirchner se quejó de "los que injurian y ponen aditamientos y etiquetas", cada vez que "alguien se propone a pensar ideas nuevas o que agudizan tensiones". Así Kirchner aludió a las críticas que recibe de opositores políticos y de la Iglesia como cuando dijo que "hay sectores que no admiten reparos a su postura". Al cerrar el acto de ayer en el Salón Sur de la Casa Rosada, Kirchner tuvo un gesto con Raúl Alfonsín, al punto que corrigió a los organizadores de esta movida que difundieron las actividades llamando al II Congreso Extraordinario, después del hecho en 1949 por Juan domingo Perón. En cambio el Presidente, incluyó en el medio al Congreso de Filosofía de 1987 realizado por Alfonsín en Córdoba. A su turno, el gobernador de San Juan, José Luis Gioja (mentor de la idea, junto a la Biblioteca del Congreso) se pronunció a favor de "repolitizar a la sociedad, para que no nos gobiernen gerentes". Y el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, defendió una filosofía que represente "a los más castigados y a los más felices" y en sintonía con Kirchner pidió que en los debates haya "vibración, que resuenen las preguntas sobre esta realidad angustiante". El Presidente viene diciendo que la etapa fundacional empieza en diciembre y al parecer la encabezará su esposa Cristina, si gana en octubre. No parece ser obra del azar que sea Cristina la que, como lo hizo Perón en el 49, cierre el III Congreso de Filosofía.