P
or hacer una broma macabra, uno de los concurrentes le apuntó con una escopeta y un supuesto disparo accidental le voló la cabeza. Ayer comenzó el juicio contra el Aníbal Fontana, de 26 años, acusado de haber efectuado un disparo mortal contra la joven Lucía Barzola de 16 años. El hecho tuvo lugar el 24 de julio de 2005 en un rancho ubicado en la zona ribereña de Paraje La Virgen, en el departamento Diamante, donde el grupo de amigos había ido a pasar unos días de vacaciones. Al poco tiempo de lo sucedido, un hermano de Lucía, menor de edad, relató que “el sábado a la noche llovía y nos quedamos a comer un asado. Después de la medianoche nos fuimos a acostar. Yo estaba en una de las cuchetas y en otra estaba Lucía y otra de las chicas, cuando entró Aníbal con un cartucho en la mano y preguntó si era de perdigones o de bala. Al rato volvió con la escopeta... era común que la guardaran abajo de las camas o en algún lugar donde no causaran problemas. Yo estaba acostado y escuché que mi hermana le decía algo como que no se animaba y cuando miro, lo veo apuntándole a la cabeza. De repente escucho el tiro y salté de la cama, gritándole ¡qué hiciste!, y él cayó de rodillas agarrándose la cabeza”. Dora Luchessi, madre de la chica muerta, dijo que espera justicia por la muerte de su hija “y que al culpable le den cárcel de por vida porque ya no me la va a devolver”. RECLAMO No obstante las aspiraciones regadas de impotencia de la madre encuentran un límite en el encuadre legal de la carátula, que acusa al joven Fontana por “Homicidio Culposo”. Es por este motivo que tras el debate, presidido por el juez Correccional Pablo Vírgala, el querellante particular Facundo Favotti, solicitó cinco años de cárcel de cumplimiento efectivo para el encartado e inhabilitación por diez para usar armas. A su turno, el fiscal Juan Carlos Almada, tras encontrar culpable de una aberrante irresponsabilidad al acusado pidió para él la pena de tres años y medio de cárcel y el doble de inhabilitación para usar armas. Sobre lo sucedido en el juicio, la madre de Lucía indicó que “hoy se dijo que el que disparó había bebido demasiado” y manifestó que Lucía “falleció de muerte cerebral porque se le desparramaron los perdigones con los que habían recargado el cartucho”. Finalmente, Luchessi señaló que surgieron muchas dudas respecto a cómo sucedió el hecho: “es algo muy confuso”, expresó para destacar que su hija “tenía una vida por delante y era una chica muy estudiosa y no era vaga, trabajaba de mañana y después se iba a la escuela”. En la noche del 24 de julio, estaban presentes Ángel y Miriam Barzola, Aníbal Fontana y sus hermanos Guillermo y Vitalia. Al finalizar el debate y tras escucharse el alegato de la defensora oficial Lucrecia Sabella, quien pidió el mínimo imponible en la pena en forma condicional, el imputado miró a los padres de Lucía, que se encontraban en la primera fila y les pidió disculpas, comentando que el hecho le había provocado serios trastornos psicológicos de los que aún no ha podido salir. (Fuente: El Diario)