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a Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores reconocieron la obesidad como una enfermedad y obligan a las obras sociales y prepagas a reconocer su tratamiento. Sin embargo y a pesar que estamos todos de acuerdo, cada uno se quedó con su proyecto. Las dos iniciativas recorrerán los intersticios del trámite legislativo sin lograr quizás que cumplan con su destino: transformarse en una ley. De todos modos, desde la Asociación Lucha contra la Obesidad (ALCO) destacan la “buena voluntad” de los legisladores pero advierten que con eso no alcanza porque a pesar de que lo intentan, no conocen del tema. “Siempre es bienvenida una ley porque es un aporte y en obesidad, no sólo no hay leyes sino que, fundamentalmente, en Salud no hay infraestructura» para atender el problema, dice Perla San Martín, coordinadora del grupo que se reúne todos los lunes en una escuela de Paraná. “Tenemos personas de 150 a 180 kilos que aún se pueden movilizar, pero tenemos también quienes pesan más de 200 y reciben visitas y acompañamiento en sus domicilios”, relata quien se define como una obesa recuperada. Pensemos un momento las posibilidades que tiene una persona obesa de disfrutar de un viaje cómodo, una butaca apropiada en el cine, un café. O, para ir más lejos, una camilla hospitalaria adecuada para su toda anatomía. Para no hablar de la nunca aplicada Ley de Talles. Quienes sienten que la obesidad los ha trastocado y buscan contención se reúnen en la escuela República de Chile y allí la cuestión no es adelgazar. Sino, principalmente, aprender a comer adecuadamente.”No hay cosas prohibidas, es mejor dejar cosas de lado”, aconsejan. En noviembre del año 2006 un abrazo simbólico rodeó esa escuela de Paraná y demostró que los comprometidos no sólo eran los “gordos”. La ronda dio dos vueltas al edificio escolar buscando la sanción de la ley que declaraba esa fecha como el Día de la Obesidad en el Congreso de la Nación en consonancia con el Día Internacional de los Derechos del Niño. Muchos de los participantes eran flacos solidarios y familiares que ven de cerca el problema que no sólo puede tener el gordo, sino toda la sociedad que no reacciona ante la discriminación. “Hay mucha indiferencia”, se lamenta Perla que trata con grupos de casi 200 personas entre las que crece un intercambio cultural cuando se trata de buscar cómo comer mejor. Distintas recetas, modos de preparación y conversar acerca de lo que hay que dejar de lado enriquecen los encuentros de ALCO. Los lunes comienzan a las 17.30 y se extienden hasta las 20 y con la colaboración que aportan se abonan los gastos de funcionamiento proporcionales a los horarios en los que la escuela les cede sus instalaciones. Desde ALCO dicen que si revisaran las cifras “espantaría” la cantidad de gente que ha pasado por allí. Ni hablar cuando se trata de niños. Los proyectos El primer proyecto fue del diputado Enrique Cresto (PJ): * Aborda la obesidad como una enfermedad y se establecen criterios para su tratamiento y prevención. * Establece la prevención, control y tratamiento de la persona obesa y obliga a su cobertura a obras sociales y prestadoras * Pretende declarar de interés provincial la lucha contra la obesidad, declarada epidemia por la Organización Mundial de la Salud * La considera en sí misma como factor de riesgo y como desencadenante o agravante de otras enfermedades, por lo que a la prevención y tratamiento de esta patología se le debería asignar carácter de política pública. * Observa la preservación de la salud, pero también desde el punto de vista de la contención del gasto público que ocasiona el tratamiento de las complicaciones y derivaciones de los trastornos originados por la obesidad. El proyecto casi copiado del senador Eduardo Jodor (PJ): * Reconoce a la obesidad como enfermedad y su tratamiento como prestación básica esencial garantizada. * Como enfermedad la incluye en las nomenclaturas de las obras sociales y las empresas de medicina prepaga. Y, obliga su diagnóstico tratamiento, prevención y seguimiento psicológico y farmacológico. Otros parlamentos La Legislatura tucumana reconoció por ley la obesidad, estableciendo que los hospitales públicos, las obras sociales provinciales y los sistemas de medicinas prepagas sujetos a jurisdicción provincial deben incorporar el tratamiento de la obesidad en igualdad de condiciones con sus otras prestaciones. El Dr. Cormillot en el 2006 organizó un abrazo simbólico al Congreso de la Nación para lograr la sanción del Día de la Obesidad el mismo día en que se celebran los derechos internacionales del Niño. Una de las franjas más vulnerables a esta epidemia. Liliana Parada, presentó un proyecto de ley en la Legislatura porteña que obliga a cines y teatros de la ciudad de Buenos Aires a contar con un mínimo de 2 asientos especiales (o 1% del total), de mayor tamaño al resto de las localidades. En Buenos Aires se aprobó un proyecto de ley que limita la venta de golosinas en los kioscos que funcionan durante los recreos en los colegios de la provincia. (El Diario)