E

l Hospital San Martín comenzó a vivir desde un clima de efervescencia: después de una semana de discusión interna, finalmente la orden de la directora del nosocomio, Sandra Roland, de obligar a los médicos a firmar planillas de ingreso y salida, comenzó a efectivizarse, aunque en medio de un clima de malestar. Para hoy, a las 9.30, los profesionales convocaron a una conferencia de prensa en la que prometen endurecer sus reclamos, y agitar una serie de demandas relacionadas no sólo con la política salarial del Estado sino también respecto de las condiciones laborales, como el horario atípico para los médicos que cubren guardias sábados y domingos. Aunque ayer Roland defendió la facultad que le es propia, según dijo, de establecer el horario de ingreso y salida del personal hospitalario. “Hay una obligación por ley para los profesionales de cumplir 36 horas de trabajo semanales, que en el caso de los médicos full time (así se denomina a aquellos que tienen bloqueada la matrícula para trabajar en la órbita privada) llega a las 44 horas. Pero prácticamente nadie cumple esa cantidad de horas”, dijo a El Diario. El Hospital San Martín, el centro de referencia de mayor envergadura dentro de la salud pública en Entre Ríos —tiene 230 camas—, quedó en el centro de la escena luego de la asunción de Roland en la dirección, cuatro meses atrás, a raíz de una seguidilla de afirmaciones públicas de la funcionaria respecto del funcionamiento interno de la institución. Primero, durante la protesta de los empleados, cargó contra el alto nivel de ausentismo de éstos; y ahora, les tocó el turno a los profesionales, a quienes criticó sin medios tonos. Así, dispuso la obligación para todos los profesionales de firmar una planilla de ingreso, que está disponible para ese fin entre las 6 y las 9 (luego, se lleva a la oficina de la dirección), y otra de egreso, a partir de las 11. La disposición no cayó bien entre los médicos, que el lunes se reunieron en asamblea para contraatacar esa medida con una serie de demandas, que harán públicas durante la jornada de hoy. Según Roland, en el Hospital San Martín hay médicos que trabajan “10 minutos, o tres horas, o nada. Nos encontramos con gente que firmó las planillas que nunca hemos visto antes”. Y adelantó que el registro de firmas es sólo un primer paso; luego, anticipó, vendrán las sanciones a quienes no cumplan el horario reglamentario de trabajo. “No entiendo por qué el escándalo de no querer sumarse a este régimen. Y ahora vienen con cuestionamientos bobos, como que no pueden estar todos trabajando porque no hay tantos consultorios, ni tanto espacio. Yo sé que hay déficit de infraestructura, pero no de insumos. Ante eso, lo que hay que hacer es coordinar el trabajo con cada jefe de servicio. De esa forma, tendría un hospital activo todo el día, incluso con consultorios de tarde”, aseguró. Roland sabe que el enojo de los médicos se traducirá hoy en una embestida en reclamo de mejores condiciones laborales a nivel hospitalario. «Sé que pidieron un listado de los déficits de cada servicio. Pero no hay motivo que justifique no venir a trabajar”, aseveró. Despropósito Tiene 1.600 empleados, y de éstos, apenas 250 son profesionales. O sea: casi seis veces más empleados de enfermería y maestranza que profesionales. Entre éstos, empleados de enfermería y maestranza, dicen las autoridades, el nivel de ausentismo es muy elevado, llega a un 45 % promedio en forma mensual. “Aunque si consideramos las licencias, alcanzamos un 60 % de ausentismo”, asevera Roland. De todos modos, la funcionaria dijo que ahora el personal de planta, enfermeros y maestranza, “están contentísimos” con su determinación de hacer cumplir horario a los médicos. “Todos apoyan la medida. Se acercan a decirlo, nos llaman. Lo que pasa es que cuando el médico no está, cualquier decisión respecto del paciente la toma el personal de enfermería, lo mismo que la notificación a los familiares”, dijo. En ese clima, el médico Carlos Berlo, dirigente del Círculo Médico de Paraná y referente de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud salió a contestarle fuerte a Roland, y negó estar “sin trabajar” desde hace cuatro meses. Al respecto, exhibió el texto de una disposición de la directora por la cual se lo desafectó del Servicio de Guardia y se lo nombró al frente de un consultorio de Medicina Laboral que aún no ha sido instrumentado. Y negó que los reclamos de ahora hayan surgido como consecuencia de la exigencia de cumplir horario. “Nosotros hicimos la asamblea fundacional de nuestra Asociación el 10 de agosto. El 31 de agosto se hizo una nueva asamblea, y se volvió a convocar a un encuentro de elección de autoridades para el 14 de septiembre. En el medio, se produce el conflicto con los médicos residentes, el Gobierno accede a darles un aumento, y frente a eso, los médicos del Servicio de Cirugía hacen circular un petitorio reclamando un aumento. Después viene esto de las firmas de las planillas, y entonces esto despierta entre los profesionales otros reclamos, que ya venían de antes”, detalló Berlo. Pero dijo que el tema de los horarios “no es el problema fundamental que afecte al hospital”. (El Diario)