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l jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó ayer que el Gobierno argentino está tratando de avanzar “en un escenario muy dificultoso” con Uruguay, debido al conflicto suscitado por la instalación de Botnia en Fray Bentos. El Presidente uruguayo apuntó que tiene un “buen trato” con su par Néstor Kirchner y opinó que el conflicto por la planta de celulosa “es con una parte de Argentina”. Indicó además que la propuesta de monitoreo conjunto del río Uruguay se mantiene. A cuatro días de un nuevo encuentro en Nueva York para destrabar el conflicto bilateral, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez admitió ayer por la mañana que “hay conversaciones” con la Argentina por la instalación de Botnia, aunque advirtió que “no se trata de una negociación”. Por su parte, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, declaró que en el Gobierno argentino “estamos tratando de avanzar en un escenario muy dificultoso porque tenemos posiciones muy contrapuestas”. No obstante, Fernández destacó que “mientras el diálogo exista, es bueno” y señaló que “tenemos que tratar de ver si nos podemos encontrar en algún punto”. Asimismo, consideró “un poco exagerado decir que el tema está resuelto”, indicó Fernández, al minimizar versiones periodísticas publicadas el fin de semana que señalaban que el conflicto pastero estaría en vías de solución. Por su parte, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, dijo ayer que su país “está conversando” una salida al conflicto con Argentina, sin “negociar absolutamente nada”. El mandatario conversó con la prensa durante una caminata que realizó a primera hora de la mañana desde su casa hasta la residencia presidencial en el Prado, en el marco del comienzo de la Semana del Corazón. En ese contexto el Presidente aclaró que Uruguay se mantiene firme en su postura de no negociar una salida al diferendo mientras los puentes fronterizos permanezcan bloqueados. Uruguay “está conversando” una salida sin “negociar absolutamente nada”, ratificó. Vázquez apuntó que tiene un “buen trato” con Néstor Kirchner y opinó que el conflicto “es con una parte de la Argentina”. El Presidente oriental indicó que la propuesta de monitoreo conjunto del río Uruguay se mantiene, y recordó que el diálogo se estancó cuando Argentina planteó la relocalización de la fábrica. “Ahora avanzamos nuevamente”, remarcó finalmente. El sábado, Argentina y Uruguay retomarán el diálogo en Nueva York en pos de procurar una salida al conflicto entre los dos países. Este encuentro, del que participará el jefe de ministros, se realizará bajo los “buenos oficios” del embajador de España ante las Naciones Unidas, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, enviado de la Corona española. Alberto Fernández, quien estará acompañado por el canciller Jorge Taiana, se reunirá ese día con el secretario de la Presidencia de Uruguay, Gonzalo Fernández, y el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Reinaldo Gargano. También estarán presentes el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos. El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró ayer que España espera lograr “en unos meses” un acuerdo para poner fin al problema bilateral entre Argentina y Uruguay. “La perspectiva es positiva para llegar a un acuerdo de aquí a unos meses”, dijo Zapatero a la prensa en Nueva York, donde asiste a la Asamblea general de la ONU. Zapatero destacó el papel de la “alta mediación” del rey Juan Carlos en la facilitación de una eventual solución al diferendo. La falta de operatividad de Botnia provoca que el valor de la materia prima aumente en el mercado internacional. Al tiempo que la empresa no comienza a operar, el precio de la celulosa continúa creciendo, según se desprende de un artículo publicado ayer por el diario brasileño económico Valor. Ese delay en la producción dispara el valor del commodity en otras latitudes, como es el caso de lo que se exporta al mundo desde Chile. Arauco, la mayor fabricante de celulosa del país trasandino, aumentó en u$s 20 la tonelada del producto. En tanto,un director de la pastera Suzano Papel y Celulosa, señaló que en su industria están “vislumbrando un nuevo aumento del precio”. Uruguay afirmó que Botnia todavía no puede funcionar El ministro de Medio Ambiente de Uruguay, Mariano Arana, reveló que Botnia “no ha proporcionado la totalidad de la información” al Gobierno y que “por esa razón” no cuenta aún con la autorización para procesar pasta de celulosa en Fray Bentos. “Todavía no tenemos respuestas de la empresa a las solicitudes que les hicimos y por esa razón no es posible determinar cuándo podremos otorgarle la autorización ambiental de operaciones”, señaló Arana. El funcionario remarcó que una vez que Botnia “cumpla con este trámite”, el gobierno de Tabaré Vázquez recurrirá “poco menos que a microscopios electrónicos” para comprobar que “todo esté en orden”. Sobre la versión de que Uruguay está demorando el otorgamiento de la autorización final a raíz de un pedido del Gobierno de Néstor Kirchner respondió que no cuenta “con ninguna información oficial al respecto”. En otro orden, Arana ratificó que el fin de semana llegará a Montevideo un grupo de auditores la Global Environment Monitoring System (Gems), una organización con sede en Canadá que funciona en sintonía con la Organización de las Naciones Unidas. Estos auditores, aportarán “una certificación externa” al funcionamiento de Botnia en Fray Bentos, que el Estado oriental considera “necesaria” en mérito al conflicto desatado con la Argentina. Además de los auditores, Uruguay sumará a sus preparativos por Botnia un nuevo convenio con el gobierno de Finlandia en función del “monitoreo” que le practicarán a la planta que proyecta procesar un millón de toneladas de pasta de celulosa al año. En la mañana del domingo, una brigada de la Coordinadora Mercedes contra las Celulosas y el Monocultivo de Eucaliptos, se movilizó en la rambla de esa localidad para repartir volantes y dejar mensajes en pintadas realizadas en las calles principales del paseo público. “Fuera Botnia”; “Soberanía es trabajo digno y alimentación”; “$$ pa´ Finlandia, miseria pa´ nosotros”; “Basta de fabricar pobres”; fueron algunas de las pintadas realizadas por ambientalistas uruguayos. En los volantes, se cuestionó la negociación del presidente Tabaré Vázquez para que se instale en ese país una pastera portuguesa —Portucel— “lo que coloca a nuestro país en el triste destino de ser basurero del primer mundo como enclave celulósico en la región”, advirtieron. La Asamblea tomó distancia de la posición de Greenpeace “Greenpeace habla de una producción que tenga menos impacto sobre el medio ambiente, mientras nosotros pretendemos que haya cero impacto”, afirmó el integrante de la Asamblea Ambiental Ciudadana de Gualeguaychú, Jorge Fritzler. “Nuestro objetivo es mantener limpia la cuenca del río Uruguay, y esto implica la relocalización de Botnia”, enfatizó, al tiempo que aclaró que “cuando la Asamblea empezó a hacer el reclamo, no había ni un solo ladrillo en el lugar en el que hoy está levantada la empresa Botnia”. “Nosotros reaccionamos a tiempo”, sostuvo, al tiempo que reiteró que “el hecho de que después el Gobierno se haya manejado mal escapa a nuestras posibilidades”. El máximo responsable de Greenpeace en el país, Juan Carlos Villalonga, afirmó que “Argentina debió haber planteado con más exactitud el daño, poner en sintonía lo dicho con lo hecho”, y reconoció que ahora se fue demasiado lejos, que el gobierno argentino hizo demagogia, que se debe aceptar el monitoreo conjunto y, exclamó que el presidente Néstor Kirchner sabe que la planta de Botnia comenzará a operar antes de fin de año pero su única preocupación es que no afecte la candidatura de Cristina Fernández. A la vez estimó que la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú “se está dando cuenta tarde que el gobierno les ha mentido”. Al respecto, Fritzler sostuvo que “en la Asamblea no estamos de acuerdo con gran parte de las posturas que toma y ha tomado Greenpeace". “Ellos hablan de una producción que tenga menos impacto sobre el medio ambiente, mientras nosotros pretendemos que haya cero impacto. Estamos en desacuerdo con la idea del mal menor”, aseveró el integrante de la Asamblea Ambiental Ciudadana de Gualeguaychú, al tiempo que añadió: “No aceptamos nada de contaminación, mientras que Greenpeace está diciendo que es posible producir con un grado menor de contaminación”. “Hemos manifestado en reiteradas oportunidades que creemos que éste (el río Uruguay) no es el lugar para una pastera, mientras que Greenpeace tiene otro discurso: dice que mientras la producción sea limpia, es aceptable”, aseveró. “Greenpeace está en contra de la contaminación y nosotros directamente estamos en contra de las pasteras. El objetivo es muy distinto”, reiteró. “El objetivo de la Asamblea de Gualeguaychú es mantener limpia la Cuenca del Río Uruguay, y esto implica la relocalización de Botnia”, enfatizó. “No queremos que estas industrias se instalen en la costa del río Uruguay, ya que sabemos que este tipo de industrias es de las tres más contaminantes del mundo, son incontrolables, y no las queremos porque están en contra de nuestro modelo de vida”, dijo. Más adelante, Jorge Frizler recordó que “la Asamblea empezó a hacer el reclamo en tiempo y forma: cuando Gualeguaychú dijo que no quería ni a Botnia ni a Ence, no había ni un solo ladrillo en el lugar en el que hoy está levantada la empresa Botnia. O sea, nadie nos puede decir que empezamos tarde. Si el Gobierno hizo negociados, se durmió, o no supo qué hacer, no es nuestro problema como pueblo”.