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na pareja fue detenida en el marco de la investigación del secuestro del empresario Franco Andreola, que ayer fue liberado tras 25 días de cautiverio y luego de que su familia pagara un rescate de 200.000 dólares. Los detenidos son un hombre y una mujer que, según las fuentes, "no participaron directamente del hecho pero podrían tener algún vínculo con la banda". Presuntamente, la pareja tenía en su poder teléfonos celulares utilizados en las negociaciones para el pago del rescate previo a la liberación. Otro objetivo. Por su parte, Andreola declaró anoche durante tres horas ante le juez Lijo y dijo que nunca vio a sus captores, que eran entre seis y siete, y dos que lo custodiaron durante los 25 días del cautiverio. El empresario confirmó que no era él el objetivo del secuestro sino Raúl Deluber, dueño de una compañía que opera en la zona sur de la Capital Federal. En su declaración, Andreola reprodujo un diálogo en el que sus captores lo increparon cuando comprobaron el equívoco: "¿Por qué saltaste?", le dijeron, a lo que el secuestrado respondió: "Porque ustedes preguntaron de quién era el Mini Cooper". Distorsionador de voz. Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que de acuerdo con la declaración que el empresario brindó ante el juez federal Ariel Lijo, los captores lo mantuvieron los 26 días en el mismo lugar, encadenado a una cama y sin vendas, pero tomaban todas las precauciones para acercarse a él. Andreola aseguró que la habitación siempre estaba en penumbras, pero que le hacían un "guiño de luces" como con una especie de linterna y él en ese momento sabía que se tenía que dar vuelta porque le iban a hablar. Entonces, los captores le empezaban a dar indicaciones, pero utilizando un distorsionador de voz para que el cautivo no pudiera, eventualmente, reconocer algún rasgo de ella, explicaron las fuentes. Andreola no pudo explicar qué tipo de dispositivo usaban sus cuidadores, pero los investigadores aseguraron que "no hay muchos lugares donde se comercializan y se trabaja en esa pista". Sin embargo, en muchos sitios de Internet se pueden descargar programas que se instalan en cualquier computadora y permiten distorsionar la voz hablando a través de un micrófono y haciendo que el audio salga por un parlante. El asado. Andreola había sido secuestrado el 29 de agosto, durante un asado con otros empresarios del transporte, en un galpón de El Rápido San José, en el barrio porteño de Barracas. Al irrumpir en el lugar los delincuentes preguntaron quién era el dueño de un Mini Cooper estacionado en la puerta, lo que en un primer momento hizo pensar que se habían equivocado de víctima y que en realidad buscaban a los dueños de Flechabus. El rescate pedido era de 500.000 dólares, pero los familiares de Andreola sólo lograron reunir 200.000, que anteayer entregaron desde un tren en movimiento en Claypole. Tras el pago del dinero, el empresario fue encontrado por un remisero en la localidad bonaerense de Los Cardales.