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eferente indiscutida en el folclore argentino, la cantante tucumana reconocida en todo el mundo por su extraordinario talento, regresará a Paraná para celebrar con los entrerrianos sus cincuenta años con el canto. El reencuentro será el 2 de noviembre en el estadio del Atlético Echagüe Club. Probablemente algún memorioso recuerde la última presentación de Mercedes Sosa en Paraná. Fue en 1984, en el estadio del Club Echagüe, y constituyó, que duda puede caber, un acontecimiento. Más de dos décadas han transcurridos de aquel momento, y ahora,m quien es considerada una de las presencias vivas más importantes del folclore argentino, regresa a Paraná para presentarse en el mismo ámbito en el cual, hace 23 años conmovió a una multitud. La visita de la artista, una celebridad en el país y el extranjero, se produce en el año en que celebra sus cincuenta años de trayectoria profesional. Nacida en San Miguel de Tucumán, el 9 de julio de 1935 en un hogar humilde, sus primeros pasos en el mundo de la música los dio con el seudónimo de Gladis Osorio, con el cual ganó un certamen en 1950 en LV 12 de esa ciudad, con lo que obtuvo un contrato de actuación en ese medio por dos meses. En 1960, denominada Década de Oro del folclore, ya estaba comprometida como integrante del Movimiento del Nuevo Cancionero -cuyo manifiesto se dio a conocer hace 45 años, acontecimiento que se recordó días atrás- junto a Armando Tejada Gómez, Tito Francia y Manuel Oscar Matus (su esposo), quien produjo su primer disco Con fundamento. El Festival Nacional de Folclore de Cosquín, Córdoba, la consagró definitivamente en 1965. De la mano de Jorge Cafrune, quien transgrediendo todas las normas de la rígida programación de aquel tiempo, la invitó a subir al escenario Atahualpa Yupanqui. Mercedes Sosa conmovió con su voz al público argentino.