L
a municipalidad de Paraná se ha ido de desmanes en materia de seguridad interna. Hombres y hasta mujeres armados circulan por los pasillos y los despachos con total impunidad. Aunque esta conducta no se le puede adjudicar solo a la gestión del intendente Halle, pues “desde siempre se ven estas cosas en el edificio municipal”, confesó uno de los ediles que no es oficialista a INFORME DIGITAL. “Pero esto ya es un caos”, confesó una de las concejales, que recordó que “recientemente se hizo una denuncia contra un empleado de arquitectura que siguió al domicilio a una edil y la amenazó en la puerta de su casa por no facilitarle dinero”. INFORME preguntó sobre las medidas de seguridad que se toman en el edificio y un edil aclaró que “en el Concejo Deliberante existe el Departamento de Seguridad, pero solo opera en Presidencia y en el recinto los días de sesiones”. “Los anuncios de cuánto cobra un concejal han potenciado estos personajes”, dijo otro concejal que también prefiere el anonimato. “Me putearon por teléfono y dijeron que si no les daba 250 pesos todos los meses iba a sufrir las consecuencias”, pero eso no es nada, “vino un tipo a la oficina y me dijo: yo soy el que te llamé por la guita…tengo SIDA y una jeringa con mi sangre que te la voy a dar si no pagas hijo de puta”. Desde la oposición se fue un poco más allá y directamente se apuntó a la falta de orden en áreas como la Dirección de Parques y Paseos y en la de Limpieza: “Los propios empleados van armados, todo el mundo lo sabe, y nadie quiere hacer nada”, se comentó, aunque la denuncia no parece guardar relación con lo que efectivamente sucede dentro del edificio municipal. “En las últimas sesiones tuvimos que venir sobre la hora para evitar encontrar esta gente en los pasillos, y ahora que se abren las puertas principales del municipio porque termina el receso, esto puede empeorar”, sospecha con temor una de las concejales.