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odían surgir sorpresas al momento de los alegatos, debido a que el querellante Rodríguez Allende, quien asistió con su asesoramiento legal a Carlos Oprandi, una de las víctimas del asalto seguido de muerte ocurrido el 28 de agosto de 2006, cambió su interpretación acerca de la responsabilidad de uno de los encartados, luego de escuchar los testimonios durante el plenario oral y público. Cabe recordar que en ese atraco ocurrido en calle Racedo 722, donde funciona la Organización Comercial del Litoral, fue asesinado Claudio Londero, de 27 años. El letrado solicitó “en base a los argumentos y las pruebas, la absolución de culpa y cargo de Gastón Emeri, por el beneficio de la duda, por entender que no había un estado de convicción de certeza necesaria para condenarlo”, según explicó el profesional. Por otra parte, requirió la condena a 13 años de prisión “más sus accesorias legales” para Daniel Bournier, quien gozaba del beneficio de la libertad provisoria, por lo cual Rodríguez Allende pidió que se le revoque la excarcelación. “Hay muchas dudas sobre el rol desplegado por Emeri, en tanto que ha sido muy claro el papel de Bournier, que fue la persona que estuvo siempre al lado de Oprandi, una de las víctimas y fue el primero que disparó y detuvo a otras dos personas que ingresaron” al local comercial de calle Racedo, sostuvo el abogado. Por otra parte, el querellante también cuestionó posibles vicios cometidos por algunos investigadores, que mostraron a testigos fotografías de este encartado en tiempos que no correspondían y valoró algunos testimonios que resultaron convincentes. FISCAL. A su turno, la fiscal de Cámara, Cecilia Goyeneche, también valoró la duda, antes de acusar a Emeri, aduciendo que no se da el grado de convencimiento probabilístico para solicitar una condena. «No ha podido ser desvirtuada la presunción de inocencia», argumentó. Diferente fue la apreciación de los testimonios que buscaron resolver favorablemente la situación de Bournier, entre ellos lo de una quiosquera, que dijo no reconocer al que salió aquella noche del lugar del hecho, siendo que verdaderamente conocía a este imputado, por ser amiga de su madre y nunca lo dijo en las tres veces que declaró antes del juicio. Por este motivo la fiscal Goyeneche solicitó la pena de 14 años de cárcel. DEFENSAS. Finalmente alegaron la defensora Lucrecia Sabella, por Bournier, atacando firmemente la investigación policial, la que, a su entender, indujo a través de investigadores que buscaron un chivo expiatorio y con el apoyo de nombres de los supuestos autores y sus fotografías a testigos y hasta al mismo sobreviviente del ataque a balazos, colocándolos en la convicción de que se trataba de quienes habían cometido el hecho. Por otra parte cuestionó también la Instrucción, a cargo del juez Héctor Villlarrodona. Tras volver a insistir en la inocencia de Bournier, quien aseguró durante el juicio que ese día y a esa hora se encontraba cuidando un sobrino, con el cual se quedó mirando televisión, pidió su absolución. Finalmente alegó el doctor Alberto Salvatelli, quien coincidió con los análisis de fiscalía y querella y volvió a confirmar que esa noche, Emeri se encontraba con su familia, en su casa de la Villa 351, cayendo en esta desgracia por una mala investigación, inducida por quienes buscaron culpables para cerrar un caso. No dejaba de llamar la atención ayer que Bournier, para quien se solicitaron penas de 13 y 14 años, está beneficiado con libertad ambulatoria y se retiró caminando junto a familiares y allegados a su casa a esperar la sentencia, que será leída el próximo lunes. En tanto Emeri, para quien la querella y la fiscalía solicitaron la absolución, sigue privado de la libertad y salió esposado hasta la Unidad Penal 1 de Paraná, lugar donde aguarda el día de la respuesta final.