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nteriormente había huido de la cárcel de Gualeguaychú. Efectivos de la Jefatura Departamental Uruguay, del Servicio Penitenciario Provincial y de todas las jefaturas departamentales vecinas a La Histórica continuaban ayer la búsqueda en ciudades, rutas, zonas rurales y caminos vecinales, de dos delincuentes de alta peligrosidad y con condena firme que al parecer, durante la mañana de ayer, limaron los barrotes de la ventana de depósito de la Unidad Penal 4 donde habían sido dejados para trabajar y se dieron a la fuga sin que absolutamente nadie se percatara de lo que estaba ocurriendo. FUGA. La voz de alarma la dieron los propios celadores de la cárcel uruguaya quienes se percataron de que algo raro estaba ocurriendo en el depósito de mercadería -denominado Economato- donde ambos sujetos fueron dejados cortando carne para el almuerzo. Ante la demora de estos, pasado el mediodía, dos de los guardias ingresaron y se encontraron con que los dos sujetos, tras limar los barrotes de protección de la única ventana del depósito que da sobre la calle Clark, sobre el frente de la cárcel, habían desaparecido. De inmediato se dio aviso de lo ocurrido a la Jefatura Departamental Uruguay por parte de las autoridades penitenciarias con visible preocupación ya que los dos delincuentes son considerados de alta peligrosidad y uno de ellos, para colmo reincidente en esto de las fugas, y que resultó ser un viejo conocido de la policía paranaense especialmente de los efectivos de la División Homicidios quiénes lo buscaron y lo detuvieron luego de que asesinara a un hombre. PELIGROSOS. Se trata Raúl Rubén Izaguirre, de 35 años y oriundo de Sauce de Luna, Federal, quien estaba purgando una condena firme a reclusión perpetua por Homicidio; y Juan José González, un correntino oriundo de Curuzú Cuatiá que tiene 27 años y que también tiene condena firme a prisión perpetua por haber sido encontrado culpable de un hecho de robo calificado seguido de homicidio. Ambos habían llegado a la Unidad Penal 4 derivados desde la Unidad Penal 2 de Gualeguaychú, de donde Izaguirre había conseguido fugar para luego ser detenido nuevamente por la policía entrerriana.