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unca antes había alcanzado semejante marca, pues desde 2004 a la fecha el monto se sextuplicó. ¿La mala? Que el gobierno nacional sólo distribuyó, en 2007, el tres por ciento de esos millonarios recursos. El resto se lo guardó en el Tesoro. Legisladores de la oposición ya plantearon sus quejas al respecto. Ayer, el bloque de ARI presentó un proyecto de ley para que esos recursos sean coparticipados entre las provincias; una iniciativa similar presentó el diputado Claudio Lozano (CTA). También Jorge Sarghini (Justicialismo nacional) y Miguel Giubergia (UCR) reclaman, en sendos proyectos, que ese dinero retorne a las provincias, para afrontar las deudas que éstas mantienen con la Nación. Es que el fondo de ATN se convirtió, a partir del gobierno de Néstor Kirchner, en un botín más que apetecible. Por ley, dicho fondo se nutre de distintas fuentes (1% de la coparticipación; 1% de bienes personales y 2% de ganancias), y como la recaudación fiscal creció de manera exponencial en los últimos cuatro años, por ende el fondo también creció a ese ritmo. Esto explica que haya subido de 851 millones, en 2004, a más de 5700, en la actualidad, según datos oficiales del Ministerio de Economía. Ya desde la época del ex presidente Carlos Menem, los ATN fueron considerados sinónimo de reparto discrecional de recursos. En rigor, ese dinero pertenece a las provincias, según estipula la ley 23.548 de coparticipación transitoria, pero es el gobierno nacional el que concentra su distribución. El problema, ahora, no es sólo la discrecionalidad del reparto -que continúa, según la oposición-, sino que apenas se distribuye una ínfima parte del total del fondo. Por caso, en 2007 se repartieron sólo 158 millones. Los millones restantes que no se reparten se van acumulando, año tras año, en una cuenta recaudadora en la Tesorería. Así se llegó a la friolera de 5740 millones, que el Gobierno utiliza para financiarse. El reclamo Legisladores de la oposición reclaman que ese dinero se reparta entre las provincias, que son las destinatarias naturales por ley. "Si este dinero se coparticipara entre las provincias, muchos de los problemas acuciantes que hoy afrontan podrían solucionarse. De hecho, en Buenos Aires ayer [por anteayer] hubo un paro general de hospitales", enfatizó Eduardo Macaluse (ARI) junto con el senador José Martínez (ARI) dieron a conocer en conferencia de prensa la evolución del fondo. La oposición resalta que, mientras la Nación exhibe sus arcas rebosantes y un vigoroso superávit, las provincias atraviesan, en su gran mayoría, una situación fiscal delicada, pues su torta de recursos se mantiene sin mayores variaciones y, para peor, deben atender crecientes demandas salariales y los servicios más esenciales, como la salud, la seguridad y la educación. Esta desigualdad genera tal estado de vulnerabilidad en los distritos que se ven obligados a acudir al financiamiento de la Nación, lo que es aprovechado por el Gobierno para condicionar y alinear políticamente a los gobernadores. Ante esta situación, la oposición ha venido proponiendo iniciativas para hacer más equitativo el reparto de los recursos, obviamente sin demasiado éxito. "Resulta imprescindible que los fondos acumulados en la cuenta de los ATN y no han sido utilizados sean distribuidos a sus destinatarios naturales. Máxime, en un contexto de concentración de recursos en el Tesoro nacional y cuando las provincias atraviesan múltiples conflictos que, entre otras cosas, impiden el comienzo del ciclo lectivo en varias jurisdicciones", afirma Lozano. En la misma dirección se expresó Martínez: "Estos excedentes no fueron utilizados para un destino específico. De manera que resulta razonable devolver tales gravámenes en base a los índices de coparticipación, y recalcular las participaciones correspondientes a cada provincia". (La Nación)