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Oliva, apodado como “el cordobés”, estaba con otros presos en la misma celda, pero estos no se fugaron. El joven fue detenido hace un par de meses por estar implicado en varios robos a viviendas particulares de esa ciudad, en el marco de lo que fue una seguidilla de hurtos que mantuvo en vilo a la comunidad tanto como a la Policía local. Por razones que se tratan de establecer, el hombre rompió los barrotes de su calabozo para inmediatamente salir a un patio interno de la comisaría y por allí sortear un muro que lo separaba de la calle. Habría sido entre las 3 y las 5 de la mañana. Su ausencia fue notada recién cerca de las 7. Fuente: El Diario