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a primera reacción del las entidades rurales tras la reunión con la presidenta Cristina Kirchner fue positiva: “Se reconstituyó la instancia democrática. Con discrepancias pero con respeto. Es importante que esto sucediera”. Así lo expresó el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi. Sin embargo, cuando se le consultó si era optimista, respondió: “Ni optimista ni pesimista; realista. Hay mucho trabajo por hacer”. En sintonía con estas palabras, el presidente de CRA, Mario Llambías, se mostró conforme con la reunión aunque reclamó: “Creemos que las reuniones tienen que tener continuidad”. Así marcó los temas pendientes para trazar una política agropecuaria. Según surgió de la reunión, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, será nuevamente el interlocutor del Gobierno con el sector. El dirigente aprovechó el diálogo con la prensa para hablarle a los productores: "La sensación es que está por empezar el partido, todos están dispuestos a jugar bien pero todavía falta jugar el partido. Esto es resolver los problemas del campo argentino". Respecto de las retenciones móviles, que no se trataron en la reunión con la Presidenta, Llambías relató: "Le pedí que se suspendieran las retenciones móviles. Se quedó mirando. No me respondió nada”. Buzzi también se refirió al tema clave en el conflicto con el campo: “Le solicitamos que se deje sin efecto la Resolución 125 y nos dijo que esto está en el Congreso y que es en esa instancia en la que se va a resolver”. Así también lo hizo saber en conferencia de prensa el jefe de Gabinete. El presidente de Federación Agraria, más allá de esta respuesta, se mostró conforme porque la agenda tratada fue amplia: “Pudimos poner sobre la mesa todas las otras [preocupaciones del campo]: trigo, maíz, leche, carne, economías regionales. Se le solicitó la emergencia agropecuaria (por la sequía en distintas partes del país) y nos dijo que es algo que va a estudiar”. Luego de estas palabras los dirigentes pidieron disculpas. Los urgía estar en el Congreso.