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a Policía de Concordia dio importantes pasos para desbaratar una banda que se dedicaba a la venta de autos robados en Buenos Aires y Santa Fe y luego vendidos en la ciudad de Concordia y zonas aledañas. En la investigación no sólo se logró el secuestro de 11 automóviles y documentación, sino que quedaron sospechados de integrar la banda tres personas: una de Buenos Aires, otra de Santa Fe y la tercera, la sorpresa un policía de la Jefatura Departamental de Concordia. El subjefe de la Departamental, Sergio Mendoza, confirmó a UNO que de los trabajos investigativos y de inteligencia se ubicaron 11 automóviles sustraídos en provincias vecinas. De los procedimientos efectuados en talleres mecánicos y en la vía pública se procedió al incautamiento de los rodados que fueron puestos a disposición de distintos jueces de Instrucción. Mendoza aclaró que a causa de la existencia del secreto de sumario era muy limitada la información que podía proporcionar, pero así y todo confirmó que un agente de Policía que tiene licencia por enfermedad fue mencionado por algunos testigos por el ilícito que se está investigando. Señaló el subjefe de la Policía de Concordia que el uniformado, de unos 25 años, según los datos primarios pudo haber sido la persona que recibió los automóviles en la ciudad y luego los ofrecía para la venta a personas que luego se transformaron en víctimas de la banda. Al consultárselo cómo se avanzaba con las ventas, sin tener la documentación o los peritajes correspondientes de la Policía, Mendoza explicó que la mayoría de las operaciones se hacían en plazos cortos. Se entregaba un auto en parte de pago y el resto del dinero en cuotas, por lo que una vez finalizada la deuda recién, supuestamente le entregarían los documentos del auto con la correspondiente transferencia. El problema pasaba en que luego las víctimas no se podían hacer de la necesaria documentación. Ante estas situaciones reiteradas se inició una profunda investigación que comenzó hace un par de meses y avanzó hasta el punto tal de que ya hay tres sospechosos en firme, sin descartarse que existan otras personas más relacionadas con la banda. Parte de los autos robados en Buenos Aires eran productos de ilícitos en los cuales las víctimas eran reducidas a punta de pistola. Luego los autos eran ingresados a Concordia para su posterior venta en el mercado local, pero sin la participación de agencias o concesionarias de autos. Mendoza fue tajante al afirmar que “las directivas que hay de la plana mayor de la Policía y del jefe Roberto Massuh, es de ir hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga y por ello es que con la dirección de los jueces de Instrucción se está avanzando en la causa”. “Si de la investigación surge como hasta ahora, que hay aparentemente un policía involucrado, el mismo deberá responder ante la Justicia, ya que en la Policía no se protege a nadie por hechos delictivos. Si esto es así se inician las actuaciones correspondientes con la intervención de la Dirección de Asuntos Internos, sin perjuicio del avance judicial”, alertó Mendoza. Por otra parte, remarcó que los autos secuestrados no contaban con signos de adulteración. “Los delincuentes lograban venderlo bajo algunas argucias y las víctimas de buena fe avanzaban con las operaciones sin saber que estaban siendo parte de una estafa a gran escala”, resaltó por último. (UNO)