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or: Ezequiel Rudman El kirchnerismo enfrenta ahora nuevas dificultades para asegurarse los 37 votos que le garanticen en el Senado la aprobación del proyecto de retenciones móviles tal cual viene de la Cámara de Diputados. Contemplando un eventual empate, el objetivo del oficialismo es ahora sacar a Julio Cobos de la sesión del próximo 16 de julio para evitar que el voto opositor del vicepresidente le propine una derrota política a la Casa Rosada. Para eso, el matrimonio presidencial evalúa organizarle a Cobos un viaje al exterior o un compromiso en representación del gobierno lejos del Congreso para que el radical mendocino sea reemplazado en la conducción de la sesión por el peronista José Pampuro, presidente provisional del Senado. El legislador bonaerense tendría así voto doble el día de la sesión: votaría como senador del oficialista Frente para la Victoria, pero en caso de empate volvería a votar para definir la contienda legislativa en favor del gobierno y evitar así que el proyecto regresea la Cámara baja. Algo similar a lo que le ocurrió al peronismo en 1973, cuando la renuncia de Héctor Cámpora motivó un viaje forzado del entonces presidente del Senado, Alejandro Díaz Bialet, a Europa, desviando la sucesión presidencial hacia el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Lastiri. Ayer el jefe de la bancada oficialista, Miguel Angel Pichetto, salió a ponerle límites al alto perfil que mantuvo en las últimas semanas Cobos. Pichetto le recordó al presidente de la Cámara alta que «no es senador» y, por lo tanto, «no vota ni delibera». Sin embargo, la apreciación de Pichetto no se apega al Reglamento del Senado, que en su artículo 33 establece el voto del vicepresidente en caso de empate en el recinto. «El presidente no discute ni opina sobre el asunto que se delibera. Sólo vota en caso de empate. En los casos en que la presidencia del cuerpo es ejercida por un senador, corresponde que éste vote en las cuestiones sometidas a resolución de la Cámara, ejerciendo, en caso de empate de la votación, el derecho de decidir la misma, conforme a lo dispuesto por el artículo 213.» • Segunda vuelta A su vez, ese artículo establece: «Si una votación se empata se abrirá una nueva discusión, se repetirá en seguida la votación, y si ésta vuelve a resultar empatada, decide el voto del presidente. Pueden participar en la segunda votación los senadores que han estado presentes en la nueva discusión». En el Congreso existe un antecedente reciente sobre un desempate logrado gracias al voto del vicepresidente. Fue durante el interregno de Eduardo Duhalde, quien había impulsado en el Congreso la derogación de la Ley de Subversión-Económica. Gracias al retiro del recinto de la senadora radical por Río Negro Amanda Isidori, el PJ logró forzar un desempate para insistir con la derogación de la Ley 20.840. El resultado final fue un empate en 34 votos y obligó al entonces presidente del cuerpo, Juan Carlos Maqueda, a desempatar. El justicialista repitió su votación y sus colegas de la bancada se abrazaron cuando anunció la supresión de ley que exigía el FMI como una de las tantas condiciones para firmar un nuevo acuerdo de asistencia financiera. Vuelven ahora los mismos protagonistas: la salida de Isidori del recinto se logró gracias a una orden del entonces gobernador rionegrino, Pablo Verani, quien esta semana volvió a convertirse en un personaje clave para destrabar la aprobación de las retenciones móviles que impulsa el kirchnerismo. Además, en aquella votación de 2002, la entonces senadora santacruceña Cristina de Kirchner movilizó un avión Cessna Citation II de la Gobernación de la provincia para ir a buscar hasta el aeropuerto correntino de Cambá Punta al senador Lázaro Chiappe y llevarlo desde el Aeroparque Metropolitano al Congreso para aportar un voto más contra la intención de Duhalde de derogar la Ley de Subversión Económica. Fuente: Ámbito Financiero