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ranspiraba más de la cuenta y por eso se fijaron en él. Enseguida notaron que su rostro delgado no era acorde con su abdomen prominente y con sus anchas piernas. Cuando lo palparon notaron que no era grasa lo que estaban tocando sino que escondía algo. Primero pensaron que era droga, pero se equivocaron. Escondía fajos de billetes. Estaban adheridos con cinta a su cuerpo. En total llevaba 300.000 pesos en efectivo. El hecho ocurrió ayer en el Resguardo de Colón, en el límite fronterizo con la ciudad uruguaya de Paysandú. El hombre, uruguayo, llevaba el dinero siendo pasajero de un ómnibus de larga distancia que había salido de Buenos Aires y tenía como destino final la ciudad de Montevideo. El hombre fue demorado por personal de la Aduana y el dinero fue secuestrado. En principio el hombre cometió una infracción aduanera, ya que la ley establece para sacar del país un máximo de 10.000 dólares. Cualquiera que desee sacar del país más dinero deberá pedir una autorización al Banco Central. También intervino la Justicia federal: la jueza de Concepción del Uruguay, María de los Milagros Squivo, imputó al hombre del delito de "tentativa de contrabando de exportación de valores". La jueza decidirá en los próximos días si lo procesa o no. Si todo termina como una infracción, el ciudadano uruguayo no irá preso pero tampoco recuperará el dinero, que será incautado por el fisco. En casi 50 casos registrados en el país en los que la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA) o la Aduana detectaron a personas que ingresaban divisas sin declarar (como el caso del venezolano Antonini Wilson), los jueces resolvieron en principio que se trató de infracciones aduaneras.