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e menciona entre ellas afectar “las relaciones laborales con suspensiones, despidos y restricciones temporales”. Además, reconoció “el valor del diálogo serio y responsable como herramienta de construcción y defensa de un país más justo que contemple los intereses del pueblo argentino en su conjunto” y consideró que “la construcción de ese modelo productivo debe tener en cuenta a nuestros trabajadores, pensando en generar más y mejores puestos de trabajo".
Reunido en Resistencia el viernes pasado, el plenario del Consejo Federal del Trabajo consideró pertinente efectuar una declaración “en relación a la situación generada en el país por la aplicación de determinadas posiciones arancelarias correspondientes a cereales y oleaginosas”. En ese marco señaló que “las consecuencias impactaron hasta ahora de forma directa y dolorosa sobre todos los argentinos en cada una de sus jurisdicciones provinciales, con el desabastecimiento de productos primarios para la población e interrupción de la cadena de pagos, como así también en las relaciones laborales con suspensiones, despidos y restricciones temporales”.
Tras reiterar que “el trabajo constituye una herramienta de progreso y de dignificación social para el trabajador/a y su familia”, señaló el organismo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) define que "el trabajo decente debería constituir la esencia de las estrategias globales, nacionales y locales para lograr el progreso económico y social”. Por ello lo consideró “indispensable para los esfuerzos destinados a reducir la pobreza, y como medio para alcanzar un desarrollo equitativo, global y sostenible”. Luego indicó que la OIT, mediante sus actividades en el ámbito del empleo, la protección social, las normas y los principios y derechos fundamentales en el trabajo y del diálogo social, se esfuerza para fomentar el trabajo decente.
En otro párrafo de la declaración, indicó el plenario del Consejo Federal del Trabajo que “si bien el tema se está tratando en el Congreso de la Nación, hoy estamos frente a un debate que atraviesa a la sociedad en su conjunto, y resulta saludable y necesario como parte de esa sociedad con responsabilidades, hacer el aporte desde el lugar que ocupamos porque así se fortalece la democracia como forma de gobierno y como sistema de vida”.
“Es fundamental destacar, desde la mirada de la priorización de la creación de puestos de trabajo decente, que otros sectores de la economía han participado activamente en el incremento del empleo y la caída de los índices de desocupación que azotaron a nuestro país en tiempos recientes”, menciona el comunicado.
En otro párrafo, advierte que representantes de algunas provincias plantearon su preocupación por “la sojización, ya que el incremento de las ganancias extraordinarias de este cultivo representa la sustitución y el retroceso de producciones regionales de carácter intensivo, por la cantidad de mano de obra directa que genera y además, mano de obra indirecta, por el desarrollo de otros sectores de servicios relacionados a la actividad, como el caso del algodón, la caña de azúcar, el tabaco, el citrus y las hortalizas, entre otras”.
Tras señalar que “los datos son elocuentes en la relación de las hectáreas cultivadas y la cantidad de puestos de trabajo directos que genera”, se especificó que en el caso de la soja por cada 500 hectáreas cultivadas se genera un puesto de trabajo. Como dato se acotó que también una fuente laboral se crea cada tres hectáreas cultivadas de tabaco o con cada hectárea de citrus, frutas u hortalizas.
Finalmente, recalcó el Consejo Federal del Trabajo “la necesidad imperiosa de respetar plenamente las instituciones de la democracia, reconociendo además el valor del diálogo serio y responsable como herramienta de construcción y defensa de un país más justo que contemple, por encima de los intereses de cualquier sector, los intereses del pueblo argentino en su conjunto. Consideramos que la construcción de ese modelo productivo debe tener en cuenta a nuestros trabajadores, pensando en generar más y mejores puestos de trabajo".
