C
on mucha confianza en un resultado favorable en el litigio que mantiene con la Argentina por la fábrica de celulosa de Botnia, el gobierno uruguayo presentó ayer ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya un extenso informe correspondiente a la dúplica del prolongado expediente. Mientras ese trámite se concretaba en La Haya, en la capital uruguaya se reunían anoche representantes de todos los grupos de la coalición oficialista Frente Amplio con el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, para considerar los avances del proyecto de Portucel, para una tercera planta de celulosa, con una inversión que -de concretarse- será de US$ 3000 millones, el doble de la hecha por la compañía de Finlandia. El gobierno de Tabaré Vázquez hizo una fuerte defensa de la fábrica de Botnia con el argumento de que había tecnología adecuada y controles necesarios para no generar contaminación preocupante. Y asumió la defensa de este proyecto privado por considerarlo la inversión privada más grande de la historia de este país, positiva para la economía nacional. El ex canciller Héctor Gros Espiell presentó, en su carácter de agente de Uruguay en este diferendo, la dúplica en relación con el último escrito de la administración de Kirchner. "Uruguay ratifica su posición de que no hubo violación del Tratado del Río Uruguay de 1975, y que, además, la planta de Botnia no contamina", dijo Gros.