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asi dos semanas después del voto con el que Julio Cobos puso fin en el Senado al intento del Gobierno de darle respaldo legislativo a las retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias, el vicepresidente y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvieron a verse las caras. Fue en una reunión que duró unos 45 minutos y se hizo esta tarde en la Casa Rosada. El mendocino llegó a la Casa de Gobierno alrededor de las 18 y entró solo en el despacho de la mandataria unos 20 minutos más tarde. Otros tres cuartos de hora pasaron hasta que se retiró sin hacer declaraciones. Según confirmaron fuentes del Senado, Cobos había presentado esta mañana un pedido de audiencia con Cristina a través de la mesa de entradas de Casa Rosada y del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. El encuentro de este miércoles es el primero entre ambos desde aquella votación por la que Cobos fue acusado de traidor por distintos dirigentes kirchneristas. Hasta la Presidenta, sin mencionar explícitamente a su vice, habló de "traiciones" y de una "derrota" del oficialismo en el Senado. En estas casi dos semanas y después de que se destrabara el conflicto con el campo –aunque no los reclamos de las entidades-, el vicepresidente se convirtió en el centro de las miradas. Después del raid mediático que siguió a la votación, se tomó más de una semana de descanso en la montaña. Apenas volvió a Buenos Aires, se reunió con dirigentes del radicalismo K y otros espacios, incluido el entrerriano Alfredo De Angeli, símbolo de la protesta del campo, y el diputado Felipe Solá, quien se convirtió en referente de los peronistas díscolos del kirchnerismo. En el Gobierno, en tanto, hubo dos cambios políticos de peso: Sergio Massa por Alberto Fernández en la Jefatura de Gabinete y Carlos Cheppi por Javier de Urquiza en la Secretaría de Agricultura. También, renuncias de algunos funcionarios del radicalismo aliado. Tras el encuentro del radicalismo K de esta semana, distintos referentes de ese espacio político salieron a reclamar públicamente una reunión entre Fernández de Kirchner y Cobos. Y hasta sostuvieron que si la Presidenta no le concedía esa audiencia a su vice sería una señal de que el Gobierno había decidido ponerle fin a la Concertación. El gesto de hoy pareció apuntar a que la alianza sigue en pie. Fuente: Clarín