E
s común encontrar en las luchas por cuestiones vinculadas a la droga (despenalización), la prostitución y la homosexualidad a muchos dirigentes que dicen “se la bancan”. Lo que sorprende es la hipocresía de algunos “falsos progres” que dicen una cosa pero a la hora de los bifes “se avergüenzan de lo que dicen defender”. Un ejemplo de esto es la ex diputada provincial Lucy Grimalt, que el día que la Constituyente gritó barbaridades contra los que no aprobaron la Unión Civil de Homosexuales, pero cuando los fotógrafos pidieron a dos lesbianas que mostraran su amor, la legisladora se escondió detrás de un cartel que paradójicamente decía “perseguir la homosexualidad es un delito en Argentina”. “Y Bue!!! - reflexionó un conocedor del paño ante RUMORES – “que se puede esperar si piensa como su aliado político Federico Soñez, ícono del fracaso político entrerriano, al que no le queda partido político por recorrer y mendigar un conchabo”.