C
omo todos saben, el combativo ruralista Juan Echeverría, tiene una carnicería en Paraná que ha llamado Raíces. Al estilo publicidad de de antaño el negocio es “atendido por sus propios dueños”, por lo menos los domingos. Es un lugar tradicional para los paranaenses que habitan cerca de la zona del parque (el negocio está en San Lorenzo y Corrientes) y los domingos es común que el negocio este abierto para los que gustan comprar el asadito a último momento. Sin embargo este domingo fue más especial. “Es que la señora de Don Juan, se quejaba ante los clientes que tenía que dejar de ‘despachar’ porque se iba a hacer el fuego para el asadito”, contaron testigos a RUMORES. Una vecina preguntó ¿por qué no lo manda a su marido?, a lo que la mujer respondió: “le gusta poco trabajar en la casa”, detallan nuestras fuentes la conversación. Pero otra clienta del lugar agregó en voz bastante alta: “Que raro, con lo que le gusta hacer fuego en las rutas que no lo haga en su casa”. Echeverría lanzó una mirada lacerante a la señora mientras la bilirrubina se le notaba cada vez más en la cara.