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os camioneros cordobeses perdieron la vida calcinados al caer, en la madrugada del sábado y sin ningún testigo, desde un puente tendido sobre la Ruta 18, altura Km. 48, a la vera de un arroyo ubicado en las cercanías de Viale. Por otra parte, dos vecinos de nuestra ciudad salvaron providencialmente sus vidas al desplomarse desde el puente aéreo ubicado en avenida Uranga y sobre calle Blas Parera el automóvil en el cual circulaban en la mañana del sábado. Con el fallecimiento de los camioneros cordobeses ya son 154 las personas muertas en este tipo de trágicos episodios ocurridos en territorio provincial en lo que va del año. SIN TESTIGOS. El episodio más grave tuvo lugar minutos después de las 3 de la madrugada cuando, por causas que deberán establecer la Comisaría de Viale y los peritos del Gabinete de Accidentología Vial de la Dirección de Criminalística, cayó al vacío desde alrededor de 8 metros un camión térmico cuando entraba en el puente existente sobre el arroyo Cañada Grande en las cercanías de Viale. Los primeros peritajes habían determinado que por el lugar transitaba un camión térmico Ford Cargo, dominio DOY-636, perteneciente al transportista Cristian Pablo Carusillo, que era conducido por Claudio Campana, de 35 años, quien a su vez era acompañado por Néstor Fabián Honeker, de 27, ambos domiciliados en la localidad cordobesa de Devoto. Aparentemente el chofer, al encarar el puente, perdió el control del rodado, que cayó al vacío para estrellarse a la vera del arroyo. Esto provocó el incendio inmediato de la cabina donde habían quedado atrapados en la masa de hierros retorcidos sus dos ocupantes, quienes perdieron la vida calcinados al no poder escapar. Aparentemente, un ocasional viajero pasó minutos después y de inmediato se dirigió a la Comisaría de Viale para informar, llegando al lugar, móviles policiales, sanitarios y los Bomberos Voluntarios de esa localidad que sofocaron las llamas que habían quemado totalmente la cabina. Tras los peritajes de rigor el juez de turno dispuso el traslado de los cuerpos a la Morgue Judicial de Oro Verde para la realización de la necropsia. Posteriormente se entregaron los restos a sus familiares, quienes llegaron el sábado por la mañana a nuestra ciudad, para dirigirse de inmediato a la Jefatura Central de Policía, donde se reunieron con el subjefe de la Policía entrerriana, Juan Rosatelli, quien tuvo la dolorosa tarea de informarles sobre el penoso desenlace. PROVIDENCIAL. Por otra parte, en un espectacular accidente ocurrido a temprana horas del sábado, dos vecinos de nuestra ciudad salvaron providencialmente sus vidas, aunque el flamante vehículo que tenía sólo 500 kilómetros de uso quedó totalmente destrozado. Personal de la Comisaría 14ª y la policía científica paranaense deberán determinar las causas y circunstancias que rodearon al tremendo accidente. Al parecer y según los primeros peritajes realizados en el lugar eran alrededor de las 6.45 de la mañana cuando, de Este a Oeste, por Avda. Uranga y con destino hacia Avda. Ramírez circulaba un automóvil Renault Clío, dominio HKL-161, conducido por Leonardo Flores, de 28 y domiciliado en Brandsen al 900 a quien acompañaba Carlos Ielpo, de 31 y afincado en Laurencena al 200, domicilio. Tras la lluvia de este sábado a la madrugada a muy poca distancia del puente sobre calle Blas Parera había un importante charco de agua y al atravesarlo, el auto se descontroló y golpeó duramente en el guardrail que separa ambas manos. Tras entrar en trompo se llevó por delante la baranda del puente para precipitarse después al vacío. Allí, al parecer y según los dichos de sus ocupantes, tuvieron algo de fortuna ya que el rodado caía de punta sobre la calle -afortunadamente nadie circulaba en ese momento por Blas Parera- lo que seguramente hubiera provocado la muerte de ambos pero, en el trayecto la trompa del auto se enganchó en un cable de alta tensión tendido junto al puente el que, antes de cortarse, alcanzó a nivelarlo cayendo en posición normal sobre la cinta asfáltica de la avenida mencionada, terminando totalmente destrozado. Rápidamente los ocupantes fueron auxiliados y trasladados al Hospital San Martín donde se determinó que habían sufrido golpes y escoriaciones que no ponían en peligro sus vidas. (Fuente: El Diario)