Q
ue Mauricio Macri convoque a un encuentro denominado “Proyecto Peronista” ya es mucho. Pero que Mauricio Macri lance su campaña presidencial para 2011 con una bandera de Perón y Evita de fondo, parece demasiado. Ni que hablar de que al final de su discurso, de apenas cinco minutos, se cante –o se balbucee- la marcha del General. El encuentro del “Peronismo PRO” se realizó en el paquete Club Español, en la calle Bernardo de Irigoyen al 100. A pasitos del Obelisco –por cuestiones mediáticas y para no elegir entre los cuatro puntos cardinales del conurbano-, todos los dirigentes bonaerenses alineados con Mauricio se juntaron para lanzar la fuerza que competirá en las elecciones de 2009. Pero el verdadero mensaje fue el cantito final, el que cada uno de los oradores (Jorge Macri y Juan José Álvarez, entre otros) repitió antes de cerrar su discurso: “Se siente, se siente, Mauricio presidente”. El jefe comunal pronunció un breve discurso en el que expresó que "el problema principal es la inseguridad, porque la violencia aumenta y el flagelo de la droga sigue ganando espacio" y luego citó las dificultades en el área de salud y la de infraestructura. Convocó a crear una fuerza política centrada en "actitudes constructivas" y pidió la creación de agrupaciones similares a las de Buenos Aires en otros puntos del país, mientras él se ocupa "de resolver los grandes problemas de la Ciudad". "El único objetivo que nos reúne es la candidatura de Mauricio Macri a la Presidencia, el resto puede esperar", afirmó el titular del PRO bonaerense, Jorge Macri, quien definió que la Argentina tiene "un destino inevitable: Mauricio va a ser presidente en el 2011". COORDINACIÓN PRO. El cónclave fue coordinado por el concejal del PRO de Lomas de Zamora, Carlos Fiorentino, uno de los más aplaudidos por el público. ¿Por qué el más aplaudido, si apenas algunos reconocían su cara? En el salón del primer piso del club –con su capacidad para 300 personas largamente excedida-, en los pasillos y en la puerta, chicos y no tan chicos con ropa deportiva y bebés en brazos contrastaban con las refinadas señoras PRO. Sobre la vereda, durmiendo a su bebé en un carrito, estaba Raúl, que escondía la cara tras la visera de su gorra del Club Atlético Los Andes. (Fuente; Crítica)