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or Miguel Angel Audicio Informe Digital en Crucesita Séptima Alfonso Goette es una persona con rasgos de alemán puro y hasta su dialéctica lo demuestra. Toma distancia y es desconfiado y no es para menos. Las excavaciones que ordenó realizar la justicia en su propiedad de 400 hectáreas en Crucesitas Séptima lo ubican como sospechoso de la desaparición de seis integrantes de toda una familia. No fue sencillo hablar con Goette. Cuando vio que en la puerta de su propiedad se estaban registrando imágenes se dirigió hacía la tranquera, llevaba un palo en su mano, y en voz alta amenazó: "No se puede filmar la casa, está prohibido". M.A. Estoy en un camino público y la justicia está allanando su casa, sabemos que esto no está prohibido, porque mejor no habla con la prensa, le respondió este periodista. Goette pegó la media vuelta y a los 10 minutos mandó un policía con la autorización para que tuviéramos una entrevista "mano a mano, sin cámaras ni testigos". Goette extiende su mano y se presenta en la puerta de la nueva casa que está construyendo en su finca y pregunta por si tengo cámara. M.A. Si tengo, quiero hacerle una entrevista. A.G. ¡Démela! M. A. La cámara está apagada y no se la voy a dar, hablemos así. Goette accede al reportaje pero sin imágenes ni registros de su voz. M.A. Los periodistas no venimos a acusarlo de nada, tendría que recibirnos como lo está haciendo ahora. A.G. Eso es lo que usted dice, acá entraron a filmar mi casa cuando no había nadie y a la noche me entraron a robar. M.A. Yo le voy a decir todo le que se sospecha de usted, no lo estoy acusando, pero es bueno que se escuche su versión.  A.G. Mira en silencio y acepta con la cabeza, sin bajar la mirada. M.A. De usted se dice que tenía relaciones con la mujer de Gil, y hasta que uno de los hijos es suyo. Que está denunciado penalmente por amenazas con armas a uno de sus vecinos, Que se jacta ante cercanos de haber sido designado miembro de la Federación Agraria en el último gobierno de facto. Goette se recuesta en la silla y sin bajar la mirada responde: "Con respecto a lo primero, es normal que se digan que el patrón tiene estas relaciones". Que es normal, interrumpo. "Es normal este tipo de acusaciones", aclaró. "Y además Gil es descendiente de alemanes, todos los hijos parecían rusitos", agregó. Admitió que hay una denuncia por amenazas pero jura que no usa ni posee armas: "Le dije a la policía que venga y revise todo, le juro que no tengo armas", se defendió. "Yo se que hay vecinos que no me quieren" y señaló uno de sus campos que no tiene alambrados: "Saqué los alambrados porque me los rompían con animales de vecinos, ahora los saqué y parece que me odian más". Incluso arrojó la sospecha sobre vecinos que habían discutido con Gil porque les encerró hacienda que se le había metido a su campo. "Hasta me robaron dos vacas que yo las reconocí por la señal de las orejas en un campo y cuando hice la denuncia en la policía nunca más aparecieron". Y sobre su designación en el gremio rural en la época del proceso dijo que "yo fui delegado pero de la Fucofa, no de la Federación Agraria, pero ya no lo soy más", fueron sus palabras sobre el tema. M.A. Y que me dice del sótano que están buscando en la casa de los Gil. A.G. Acá no hay ningún sótano. M.A. Hace cuanto que tiene este campo. A.G. Desde 1970. M.A. Y la casa de los Gil ya estaba cuando lo compró. A.G. No, la casa la construí yo, y no hay ningún sótano. M.A. ¿Qué sabe de los Gil? A.G. Cuando se fueron… M. A. ¿Cómo sabe que se fueron? A.G. Porque se fueron, acá hay gente que sabe que se fueron, hay vecinos que lo saben. M.A. ¿Qué vecinos? A. G. Averigüe, usted es periodista. M. A. Pero es su campo. Goette se recostó nuevamente en su silla, siempre sin bajar la mirada, y relató: "Mire, acá había gente que sabía más de mi campo que yo. Yo no venía los viernes al campo y descubrí que había casi siempre huellas finitas de auto, como de un Dodge 1500, me empecé a dar cuenta después de una llovizna y empecé a prestar atención. Fíjese que en El Diario de Paraná sacaron que había quedado en la casa de los Gil la radio prendida, perros encerrados en el galpón y terneros atados en la guachera; de dónde lo sacaron, si por ejemplo los terneros eran cinco que los Gil habían atado y ni yo sabía que habían armado una guachera". También aseguró que "yo le dejaba mi celular a la esposa de Gil cuando me iba al campo, porque no hay buena señal y acá en la casa si se puede hablar, por si llamaba mi esposa, y descubrí muchas veces que no tenía más crédito, yo tenía un plan fijo creo que de 30 pesos en el celular, ellos tenían un celular pero la mujer ocupaba a escondidas el mío, yo creo que tenía un `conocido´que trabajaba en la comisaría de Viale", arrojó sospechas de infidelidad, y además arremetió: "¿Por qué  no investigan las llamadas? Me dijeron que se puede hacer y se lo pedí al juez, pero no investigan", cuestionó. "Les pregunte a los Gil que quién venía tan seguido y me respondieron que eran vendedores ambulantes; y sabe una cosa, acá hay otra familia viviendo y en años solo vino una vez un vendedor de zapatos y otra vez unos gitanos que les cambié unas baterías viejas por unos baldes". M.A. Y que me dice de los rastros de sangre que arrojó la prueba de Luminol en el piso de la casa de los Gil. A. G: Ahí rompió bolsa la Norma (esposa de Gil) cuando nació el hijo mayor. M. A. ¿Cuál era su relación con la familia Gil? A. G. Mire, hasta los lleve de vacaciones con mi familia a Santa Fe, igual para ellos eran sagradas las vacaciones todos los años. M.A. Y como era la relación de los familiares de los Gil. A.G. Y entiendo que ella se llevaba mal con los hermanos de Gil de Paraná. M.A. Pero hay fotos donde aparecen todos juntos y hasta los hijos de los desaparecidos  llevan el nombre de los hermanos de Gil. A.G. Mire, yo le digo que no se llevaban bien. M.A. Explique por qué. A.G. Porque había problemas de plata. M.A. Cómo esta compuesta su familia. A.G. Tengo esposa y tres hijas. M.A. Y su familia ¿Qué le dice? Por primera vez el entrevistado baja la mirada, y solo se refiere a una de sus hijas. Sin dar nombre, Goette dijo "la más chica que vive en Viale y tiene 29 años está destruida", fue todo lo que dijo. Finalmente Goette dejó que hiciera imágenes dentro de su finca durante un minuto. Siempre estuvo cerca de la cámara. Igual no permitió que se acceda a la casa de los Gil para tomar imágenes.