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e la redacción de INFORME DIGITAL En Entre Ríos los comerciantes se oponen a adelantar sus relojes ya que aseguran que la gente, por costumbre, prefiere hacer sus compras en horas donde el astro rey ya no nos ilumina y sí las costosas luces artificiales. Es por esto, y amparados en la ley laboral, que observan la posibilidad de que si el horario nacional -y por ende el provincial- muta, también mutará el horario de comercio. Esto implicaría que los locales abrirían a las 9 de la mañana, y cerrarían sus puertas a las 21. De este modo, las personas que trabajan en los comercios, tienen sus merecidas 12 horas de descanso entre una jornada laboral y la otra. Esta actitud de los comerciantes, que sin dudas bajaría cuantiosamente el “6% de ahorro” que dice el gobierno se produciría con el cambio de horario, ya es reprochado por las autoridades provinciales, quienes piden a los propietarios de los locales comerciales que se “adecuen al nuevo uso horario” y luego sin medias tintas "deberán adecuarse", según las palabras del secretario de Energía y presidente de la distribuidora estatal Enersa, Raúl Arroyo. Sin embargo existe una voz disidente dentro del mismo gobierno provincial. Es la del Diputado José Cáceres (PJ) de la ciudad de Paraná, quién ya expuso dos proyectos cuestionando “la falta de fundamentos e información para tomar esta medida”. La Ueper se queja Los comerciantes integrantes de la Unión de Entidades Pymes de Entre Ríos (Ueper) le enviaron una nota al Gobernador Sergio Urribarri donde aseguran que “la medida aplicada el año pasado, no generó ventajas a nivel de ahorro de energía, y en general, se convirtió en una complicación para los comerciantes, generando largas jornadas de trabajo vespertino ante la ausencia de clientes en las primeras horas de la tarde con el consiguiente consumo de electricidad en lo que respecta a luces y sobre todo a medios de refrigeración, los cuales son los que mayor consumo producen”. Y en otro párrafo de la carta la Ueper le pide a Urribarri que “transmita ante las autoridades nacionales la necesidad de cancelar la aplicación de esta modificación o bien nuestra provincia no adhiera a la misma, teniendo en cuenta que el objetivo esencial es reducir el consumo de energía eléctrica, sin resentir la actividad económica”. “Con respecto a la industria, la misma no ha logrado a través de esta medida, un ahorro energético dado que el consumo de sus maquinarias y la iluminación artificial de sus plantas son independientes del horario oficial”, siguen esgrimiendo en defensa del uso horario actual, los representantes de la Ueper. Además aseguran que “otro sector que sin duda se vio perjudicado en la pasada temporada estival por este cambio, es el del turismo, el cual no logra articular estos horarios con una normal prestación de los servicios gastronómicos”. Con respecto al último párrafo, se rescatan las quejas de algunos comerciantes del rubro gastronómico, más especialmente de aquellas ciudades que tienen playas, quienes alegaron a principios de este año que el horario -que desean implementar nuevamente-, permitía que la gente se quede hasta las 21:30 o 22 en las costas de los ríos y que al llegar a su casa optaban por no salir a comer o lo hacían ya entrada la madrugada porque se les había hecho tarde. Ante tanta cantidad de quejas y pedidos de que todo siga como hasta ahora, Entre Ríos se encamina a paso firme a la implementación del nuevo uso horario, así que el domingo a las cero horas, y por cuasi arte de magia, será la una de la mañana.