E

l desarrollo del producto, que ya fue probado en hogares del noreste de Argentina, demandó tres años a un grupo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y otros organismos públicos. "Todavía no hay vacunas ni terapias específicas contra el dengue, por lo cual los insecticidas son clave para controlarlo", afirmó el investigador del Conicet Eduardo Zerba, uno de los responsables del proyecto, en declaraciones publicadas por el diario Clarín. En lo que va de año han muerto dos habitantes de la provincia de Salta, en el extremo norte del país y fronteriza con Bolivia, Chile y Paraguay, por dengue hemorrágico, que se suele presentar cuando una persona es infectada por segunda vez por el mosquito "aedes aegypti", transmisor de la enfermedad. El insecticida en aerosol fue probado en viviendas de la provincia de Misiones (noreste, fronteriza con Brasil y Paraguay) y ahora se está evaluando en forma de pastilla con la cooperación de la comunidad. "Tiene la particularidad de que puede matar tanto larvas como mosquitos adultos porque es un insecticida piretroide y larvicida. Duplica la eficacia en comparación con los productos convencionales", manifestó Zerba.