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a Legislatura mendocina intentará prohibir por ley la venta de un videojuego de origen japonés que, según denunciaron, "incita a cometer violaciones contra las mujeres". Aunque el videojuego en cuestión no se vende en las casas donde se comercializa mercadería legítima, pueden conseguirse copias "pirateadas" por 12 pesos, según comprobó un legislador provincial. Se trata de un producto de origen japonés, conocido como RapeLay (en inglés rape significa violación), y que también puede ser bajado de Internet. En las páginas de descarga la sinopsis dice: "El jugador se ve metido en la piel del violador que ha logrado escapar de la cárcel y se acaba fijando en una casa en la que viven tres chicas. En el juego disponés de varias opciones, como recorrer cualquier parte del cuerpo; desnudarlas en el tren o en un parque y quitarles la ropa a tu antojo". "Este tipo de videojuegos son un cáncer, son muy dañinos, como mínimo producen un trastorno de la personalidad", sostuvo el psicólogo Andrés Gottfried.