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os Bomberos Zapadores de la policía paranaense tuvieron que trabajar a destajo en la madrugada de este martes. Cinco vehículos fueron quemados en distintos puntos de nuestra ciudad. Usaron combustible dentro y por debajo de los rodados que se encontraban estacionados en calles o en garajes. Creen que hubo maniobras distractivas. La primera voz de alarma se dio alrededor de las 3.20 horas cuando, a la altura del 1850 de calle Soler, estalló en llamas un Dodge 1500, de color verde y propiedad de Gonzalo Cregnolini, que se encontraba estacionado en la puerta de su domicilio. Al llegar al lugar los zapadores pudieron sofocar las llamas y posteriormente pudieron determinar que él o los vándalos, tras destrozar un par de cristales del rodado, arrojaron combustible sobre los tapizados de los asientos para luego provocar el siniestro que provocó daños totales en el interior del habitáculo. Todavía estaban trabajando en el lugar cuando fueron convocados de urgencia al sector de Soler y Tacuarí, donde lo que estaba en llamas era un Peugeot 404. Tras apagar el incendio los servidores públicos constataron que el fuego se había desatado en el interior del rodado luego de que alguien hubiera utilizado el mismo sistema anterior: rotura de cristales y la utilización de combustible en el interior que provocó graves daños pero no tantos como el episodio anterior. Pánico El tercer hecho se produjo poco después de haber sido sofocado el anterior, pero en esta oportunidad el episodio tuvo más graves consecuencias; el incidente, inclusive, pudo culminar en una tragedia. Dos autobombas debieron correr hacia una vivienda ubicada en calle Rams al 740 que tiene totalmente enrejada la parte del frente. En este caso los desconocidos, al no poder ingresar al predio, optaron por arrojar el combustible por el suelo debajo de un Renault Scenic propiedad de Juan José Gueler y un Fiat 147, del hijo del dueño de casa que estaba estacionado delante de éste. El portón enrejado era la única entrada al domicilio donde descansaba la familia alrededor de las 4.40 cuando se dieron cuenta de lo que estaba pasando. Tras tratar de escapar de la casa y no poder hacerlo por la única entrada que constituía el portón cerrado con cadena y candado ante el avance de las llamas, en medio de nerviosas escenas, optaron por refugiarse en un quincho ubicado en los fondos de la vivienda hasta que los bomberos sofocaron las llamas pero no pudieron impedir que ambos rodados sufrieran serios daños en sus chasis y respectivas ruedas. La combustión también dañó el techo y paredes del garaje cubierto. Un cuarto episodio, en el que se habría descartado la intencionalidad, se produjo en la puerta de una casa ubicada en Soler al 2.400 donde estaba estacionado un veterano Rastrojero. Cuando llegaron los bomberos comprobaron que su propietario, de apellido Lubo, había conseguido dominar las llamas utilizando un matafuego y agua. En todos los lugares de los atentados debió trabajar, además del personal de las comisarías juridiccionales, los peritos de la Dirección de Criminalística, quienes secuestraron elementos tendientes a esclarecer los violentos episodios. Sospechoso, en la mira Al cierre de esta edición, la policía trataba de unir pruebas que se cotejaron durante toda la jornada, junto a especialistas de Bomberos Zapadores, tendientes a reforzar la acusación directa de uno de los damnificados por el piromaníaco que incendió en la madrugada de este martes cinco vehículos. “Por lo que hasta el momento pudimos analizar, es mucha casualidad que primero se incendien tres vehículos en la vía pública, en una misma zona y sin que cada uno de ellos tenga relación entre sí y ni siquiera sus propietarios se expliquen los motivos. Pocos minutos después, dos coches que están guardados en un garage exploten en llamas, llegándose a su destrucción total y que la familia que vive en ese domicilio haya peligrado debido a que el garage era la única manera de salir de la casa. En este último episodio, el dueño de casa reconoce haber tenido situaciones de amenazas e intimidaciones y no sería ajeno a esto un pariente cercano a esta familia”, confirmaron fuentes de la investigación “La explicación a todo lo ocurrido fue que quien incendió intencionalmente todos estos coches fue posiblemente la misma persona o digitado por un mismo autor intelectual que buscaba afectar solo a la familia a la que le quemaron los coches –un Renault Scenic y un Fiat 147”, dijo uno de los investigadores. “Todo comenzó con una maniobra distractiva, el incendio en un Rastrojero, en un Peugeot 504 y en un Dodge, que se dieron en un principio, motivaron que toda la atención de la Policía y de los Bomberos se abocara a esos tres episodios y de esta manera, con autobombas y patrulleros en el otro lado de la ciudad, el objetivo de este sujeto podía consumarse con total tranquilidad, incluso, seguramente habrá pensado que las autobombas iban a carecer de agua al momento de tener que salir a auxiliar a esta familia”. Resultó altamente llamativo que pese a que el dueño de la finca afectada imputó en su denuncia a una persona con nombre y apellido, la Justicia no ordenó ningún allanamiento ni que se demorara al nombrado por la víctima para ser investigado bajo las leyes vigentes. (Fuente: El Diario)