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n la primera mitad del ciclo lectivo 2009, los maestros ya han llevado adelante un total de 8 días de huelga: 2, 3 y 4 de marzo; 3 y 22 de abril; y 14, 19 y 27 de mayo. La protesta tuvo como respuesta oficial el descuento de los días no trabajados, medida que, a pesar de que el sindicato la recurrió judicialmente, se mantuvo firme hasta ahora. Los maestros no sólo aspiran a que el Gobierno les devuelva los montos descontados, sino alcanzar una renegociación salarial para el segundo semestre de 2009. Aunque el planteo es de máxima: reclaman que el valor del punto índice que se usa para el cálculo del salario básico pase de $ 0,747 a $ 1,40. Así, el haber pasaría, en el cargo testigo, el maestro de grado, de los actuales $ 852 a $1.359, con lo cual el mínimo de bolsillo llegaría casi a los $ 2.000, por encima de los $1.490 actuales. Pero lejos de aplicar una suba, el Ejecutivo ha dispuesto descontar los días no trabajados por los docentes que se adhirieron a las huelgas. Críticas a la opción Aunque también los maestros han cuestionado la forma cómo se viene aplicando la nueva Ley de Educación, particularmente con los cambios en los niveles primario y secundario, y la situación en la que quedan los maestros de 7º. Educación planteó la necesidad de que antes de fin de mes, opten por quedarse en un nivel u otro, medida que es rechazada por Agmer. Según Roque Santana, titular de la seccional Paraná del gremio, la resolución 1.677, que dispuso la opción, es «en apariencia democrática», pero en el fondo «surge como una norma que basa sus fundamentos en mentiras y falta de responsabilidad por parte de las autoridades». «Para que se entienda: las autoridades proponen que elijamos binariamente entre dos opciones que tienen un mismo fin, la desaparición de la educación de jóvenes y adultos en la provincia de Entre Ríos. Si el docente opta por seguir en la primaria, se encuentra con que la educación general básica obligatoria, desde el año 2001 no existe más, por lo tanto la opción es desempeñar sus tareas con una población escolar que significa menos del 20 % de la población de las escuelas nocturnas. En síntesis, en esta opción lo que uno está decidiendo es dejar sin trabajo a otro compañero docente, desplazarlo, echarlo, correrlo», señaló. (Fuente: El Diario)