E

n el mensaje que dio monseñor Mario Maulión, en el atrio de la Catedral frente cientos de fieles, instó a “pedir perdón”. La homilía la realizó en la misa que sirvió para festejar la llegada de la Arquidiócesis a la capital provincial hace 150 años. El Papa Beato Pio IX fue quien el 13 de junio de 1859 erigió el Obispado paranaense hoy convertido en Arquidiócesis. La ceremonia que convocó a cientos de fieles que colmaron calle Monte Caseros y la mitad de la plaza 1º de Mayo, coincidió con la antigua celebración del Cuerpo y Sangre de Jesús. El frente de la Catedral Metropolitana lució arreglado, como para los grandes acontecimientos. Un coro de 80 personas sostenidos por una pequeña orquesta recibió a los creyentes que desde temprano arribaron a la celebración. Estudiantes abanderados de las escuelas católicas formaron el primer cordón de frente a monseñor. Los grupos boy-scouts y de la Acción Católica sobresalían por sus uniformes y sus camperas identificatorias. Entre la multitud sorprendía la gran cantidad de niños y niñas que correteaban por la calle. Una señora, cerca de monseñor, graficó la situación por lo bajo: “Hay mucha gente pero no tanto como la que tendría que haber”. Claro que lo dijo analizando el nivel de concurrencia a una fiesta más que importante para la Iglesia. Desde la Arquidiócesis adelantaron que el cierre del año jubilar se desarrollará el 7 de octubre, cuando se festeje el Día de Nuestra Señora del Rosario. Pedidos El obispo monseñor Mario Bautista Maulión, en el comienzo de su homilía que duró 19 minutos, habló de la importancia de pedir perdón: “Queremos pedir perdón al señor por todas las infidelidades que cometemos a la ley del amor, a la ley de la vida, a la ley de la comunión, a la ley del precepto que Él nos dio a los creyentes: Amar como él nos amó”. En su discurso pidió a los fieles: “La Iglesia tiene que estar a donde Dios lo quiere, junto al hombre en cada una de las circunstancias que tenga que vivir”, reveló. Monseñor se refirió al “campo de la vida”. De esa manera instó a los creyentes que realicen servicios con amor. “Si nuestra Fe cristiana no se hace obra de amor y de servicio queda inconclusa. Si nuestra Fe no llega hasta el hermano necesitado”, solicitó Maulión y además recordó que hoy se realizará la colecta anual de Cáritas. En su extenso discurso, el arzobispo Maulión pidió por la familia y la graficó como “el templo de la vida”. Luego rezó por la unión de la sociedad e instó a luchar para que no esté “ni quebrada, ni dividida, mucho menos enfrentada”. Luego frentes a los abanderados de las escuelas católicas pidió por la educación, monseñor enfatizó: ”Que contribuya (la educación) a vivir y afianzar la dignidad y la proyección del hombre, en un sentido social, en paz, en justicia y en amistad”. Por último y en forma de despedida, Maulión frente a los fieles anunció: “Es el año en que debemos realizar el lanzamiento fuerte de nuestra renovación cristiana. Que la celebración de hoy contribuya a renovarnos eclesiásticamente”, sentenció Maulión. (Fuente: Uno)