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lbio Caudana había conseguido escapar “con lo puesto” la semana anterior del golpe policial que desmembró uno de los grupos que lideraba a quiénes se le secuestraron varios kilos de cocaína por un valor cercano al millón de pesos. Se presume que el narco paranaense fue auxiliado por colegas santafesinos con quiénes mantiene una permanente relación comercial en torno a la comercialización de estupefacientes. Sorpresa En el operativo intervinieron efectivos del Grupo de Operaciones especiales (GOE) de Santa Fe y agentes de la dirección de Toxicología de la policía de Entre Ríos. Tras una tarea de inteligencia una veintena de policías especializados irrumpieron, con los recaudos legales correspondientes, en una vivienda ubicada en calle Lamadrid que estaba bajo una discreta vigilancia. Allí localizaron a un sorprendido Caudana, el líder del grupo desbaratado el pasado fin de semana a quién se le secuestró varios kilos de cocaína por un valor cercano al millón de pesos. Junto a él estaba el dueño de casa y ambos fueron inmediatamente detenidos. La detención de Caudana se produjo poco después de las 19, en una humilde vivienda de calle Lamadrid y no ofreció resistencia a los integrantes del GOE y el personal de tóxicos de Entre Ríos. Caudana se encontraba junto a un hombre de apellido Viñas, aunque se desconoce si dicha persona puede tener alguna vinculación con los hechos que se estaban investigando en torno al negocio de la droga. Caudana se escapó de Paraná la semana pasada, después de que se enteró que habían sido detenidas cuatro personas que estaban en la banda de narcotraficantes que lidera hace un buen tiempo, pese a ser una persona con antecedentes e incluso con una condena judicial dictada en el 2003. En los últimos días, el jefe narco deambuló por Santa Fe y Rosario y siempre mantuvo contactos telefónicos con allegados a los ahora detenidos. Desde la policía paranaense se aseguraba ayer que Caudana lideraba el grupo desbaratado que comercializaba, al menos, alrededor de 15 kilos de cocaína semanalmente. Como resultado de los allanamientos que se realizaron en un primer momento, se detuvo a Jaime Hidalgo Arnez, de nacionalidad boliviana y domiciliado en el partido bonaerense González Catán. Al momento de la detención Arnez portaba 14 envoltorios de cocaína por un total de ocho kilos, por lo que la fuerza estima que es quien provee periódicamente de la droga. También quedó detenido Gonzalo Damián Conraut, de 22 años, domiciliado en Colonia Avellaneda. En tanto, las mujeres que quedaron a disposición de la Justicia son María Laura Spoturno, de 32 años, domiciliada en Francisco de Bueno 157, y Rosana Beatriz Ré, quien portaba varias armas de fuego. Ingresaban droga a unidad penal Personal de la Delegación de Toxicología de la Jefatura Departamental Uruguay tenía fundadas sospechas que dos mujeres ingresaban cocaína y marihuana cuando realizaban sus habituales visitas a sus respectivos concubinos alojados en la Unidad Penal 4 de esa ciudad y, en la tarde del miércoles, fueron sorprendidas por los policías quiénes con los recaudos legales correspondientes las hicieron revisar ya que se sospechaba que lo hacían ocultando la droga en sus partes más íntimas. Alrededor de las 18 horas llegaron a la cárcel uruguayense Liliana González, de 40 años, con el fin de visitar a su concubino Julio Figueroa quién cumple una condena de 18 años de prisión por Homicidio, acompañada de Griselda Quiroga, de 32, quién visitaba a su compañero, Juan C. Blanco, condenado a 4 años de prisión por narcotráfico pero que cuenta con el beneficio de prisión domiciliaria. No alcanzaron a traspasar la puerta del penal cuando fueron interceptadas y tras ser notificadas trasladadas al Hospital Regional Justo J. de Urquiza donde fueron revisadas minuciosamente por el médico ginecólogo de guardia por orden judicial. Como se sospechaba a la González se le extrajo de la vagina un profiláctico atada a la mitad con un nudo siendo ocupada la mitad cerrada por otro pequeño bulto que contenía en su interior unos 25 gramos de marihuana según lo determinó el test orientativo efectuado en el lugar por los peritos en drogas. Desde allí los policías acompañaron a Griselda Quiroga a su domicilio provistos de una orden de allanamiento y allí también hubo sorpresas. Encontraron y secuestraron 500 pesos, dos teléfonos celulares, dos chips de telefonía celular y no menos de 60 bochas de cocaína de alrededor de 2 gramos cada una. (Fuente: El Diario)