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na reconocida empresa familiar dedicada a la comercialización de materiales de construcción debe a sus ahorristas y proveedores más de 40 millones de pesos. Un rumor, según la versión de la empresa, generó una corrida de inversores y adquirentes de materiales anticipados provocando un desfinanciamiento de la firma. Otros sostienen que la debacle económica de la firma comenzó hace 18 meses. Unas 2.500 personas reclaman la devolución del préstamo en pesos que efectuaron a la empresa, la cual se comprometió a devolver el dinero en una determinada fecha, con intereses. También hay personas que compraron materiales de construcción con anticipación, los que ahora no pueden retirar. El panorama actual no es el mejor, ya que hay “ahorristas” que firmaron contratos que no tienen un aval de los órganos del Estado y otros que arreglaron de palabra los mutuos con la compañía familiar. Ayer, los damnificados realizaron una nueva asamblea donde se discutieron los pasos a seguir para conseguir reencontrarse con su dinero. Al encuentro acudieron unas 300 personas. La empresa solicitó un padrón de las personas que participaron de la reunión para negociar la devolución del efectivo. Además, los asambleístas conocieron que el lunes a las 16 serán recibidos por directivos de Waigel. La caída La profunda crisis de 2001 dejó sus huellas en la sociedad. Uno de los vestigios más visibles es evitar depositar los ahorros en los bancos. Esto derivó en que las operaciones “informales” sean más comunes. Las deudas de la empresa serían de más de 40 millones de pesos, según dijo el abogado de la firma, Ángel Moia, a medios de Crespo. La empresa no logra normalizarse, ya que hasta el miércoles eran 308 los cheques rechazados por no tener fondos. El monto de los cheques rebotados oscila los 2.360.548 pesos, pero además hay otras deudas a bancos por 2 millones de pesos. La firma, que emplea a 160 personas, facturaba unos 10 millones de pesos mensuales según publicó un diario de esa ciudad. Pero 2008 no fue un año productivo. Luego de la división de bienes familiares, llegó la crisis del campo y con las rutas bloqueadas el desabastecimiento. Después vino la desvinculación con las franquicias de Paraná y Santa Fe con lo que se agudizó la crisis. Las ventas, según la empresa, cayeron en 4 millones de pesos por la recesión que se produjo por el derrumbe mundial. Con todo este panorama, según la empresa, alguien (al parecer uno que tenía una suma muy importante en materiales adquiridos) hizo correr el rumor sobre dificultades y un posible concurso, que provocó una corrida de inversores y adquirentes de materiales anticipados. Los directivos aseguraron que quieren evitar la convocatoria de acreedores, ya que “hay dos personas que nos quieren pedir la quiebra” (pedidos que prosperan cuando el juez acepta la convocatoria). Esta semana se estaría resolviendo otro de los pedidos de quiebra. Por último la empresa reconoció que “el inversionista que más dinero colocó fue 500.000 pesos”. Corralito Juan Matías Laste es asesor legal de un grupo de damnificados del “corralito” de la empresa y explicó que se trataría de una “actividad semifinanciera”. El profesional afirmó que “la calidad de ahorristas no es correcto, en realidad, se trata de personas que efectuaron un préstamo en pesos a la empresa Waigel, la cual se comprometió a devolver el dinero en una determinada fecha”. Lastre señaló: “Entre el 80% y 90% de los damnificados realizó un contrato de préstamo de pesos, es decir, una parte presta dinero para que la otra parte lo devuelva en un determinado tiempo, con intereses. En el contrato establecía una cláusula de renovación automática de 180 días, posibilidad del depositante de retirar el dinero de los intereses”, acotó. El abogado también consideró que es difícil determinar cuándo surgió este inconveniente. “Crespo es una ciudad chica y hubo rumores de que la empresa estaba atravesando una mala situación económica y financiera. Esto suscitó que gente comience a retirar su dinero en su totalidad, cosa que no era habitual”, agregó. “Voy a entrar y romper todo”, dijo un ‘ahorrista’ Eduardo Guido, uno de los damnificados, habló con un medio televiso de Crespo y expresó: “Si a mí no me devuelven todo el dinero, voy a entrar a romper todo”, y agregó: “Acá hay gente que ha amenazado de muerte a Artemio Waigel”. Guido indicó que tiene depositado dinero desde 1997, es de la indemnización de la empresa, son 50.000 dólares. “Agarran a gente de 75 u 80 años y le hacen firmar cualquier cosa. Estoy triste, ellos no tienen con qué bienes responder”, agregó el hombre. Héctor López expresó: “Actuamos por confianza hacia la empresa, incluso hay algunos que no tienen un contrato o papel, porque todo se basaba en la confianza”, dijo. En este sentido detalló que la empresa ofertó una propuesta para devolverles el dinero, pero los ‘ahorristas’ no la consideran factible porque el modo de devolución del capital no reconoce el pago de intereses. “Comenzarían a reintegrarse los importes depositados dentro de dos años o más, y en 12 cuotas semestrales, es decir en más de cuatro años, más los dos años de espera”, especificó el vecino. Asimismo indicó: “No queremos que esta empresa se pueda llegar a fundir, incluso le dimos tiempo para que la empresa haga un replanteo de la propuesta, pero parece una burla”. (Fuente: Diario Uno)