U
n abogado concordiense que vivía solo y que fue encontrado muerto a principios de esta semana en su casa céntrica es protagonista de esta noticia, tras haber sido encontrado su testamento, en el cual había tomado una decisión poco común en nuestros días. El abogado Néstor Nicolás Aricó, de aproximadamente 79 años de edad, falleció en la noche del sábado pero su cuerpo fue encontrado -por su mayordomo- recién el lunes a la mañana. El letrado vivía solo y era dueño de varias propiedades de valor, las cuales por testamento fueron donadas a la Iglesia Católica. Su cuerpo permaneció en la morgue durante casi un día hasta que otro abogado -designado por el Obispado- se encargó de trasladarlo hasta Buenos Aires, tal era su voluntad. Aricó actualmente vivía en la esquina de las calles Urquiza y Montevideo, frente a la escuela de Comercio Nº 1 de Concordia y fue allí donde encontraron su cuerpo en la mañana del lunes. El subjefe departamental de Policía, Sergio Mendoza, explicó en declaraciones a Diario Río Uruguay que “el sábado, cerca de medianoche, recibimos una llamada en la guardia, donde una voz masculina pedía ayuda evidenciando que presentaba un estado psicofísico no adecuado, como descompuesto”. Como el letrado era un asiduo visitante de la Jefatura Departamental de Policía, el agente que escuchó el llamado “interpretó que la voz era conocida y que podría tratarse del Dr. Aricó”. Por lo que trasladó la advertencia a la seguridad en la vía pública para que fueran al domicilio del abogado. Acompañados por un delegado municipal y con el Juzgado de Instrucción ya alertado, “se dispuso la intervención de un cerrajero y con dos testigos se requisó toda la finca” de Urquiza y Montevideo. Pero no se encontró ni al abogado ni ningún signo extraño o de violencia, por lo que se volvió a cerrar la propiedad. Recién “el día lunes, cuando se hace presente el mayordomo, este abre una habitación sobre el lateral oeste de la vivienda y lo encuentra a Aricó en el suelo, sin vida”. Finalmente se confirmaría que “no había violencia ni en el exterior ni el interior del inmueble, y que la muerte se debió a causas naturales”.