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na empleada jerarquizada de la Contaduría General de la Provincia de Entre Ríos sufrió un audaz asalto en su casa. El hecho se registró ayer poco antes de las 8, luego de que la mujer de 31 años se preparara para ir a trabajar. Los ladrones escaparon con una cuantiosa suma de dinero. Desde la Departamental de Policía aclararon que lo sustraído fueron 65.000 pesos y no 200.000 como había trascendido en un principio. Según se informó, la víctima, que vive en calle Alejandro Carbó al 800 de Paraná, a unos 100 metros de la comisaría tercera, se preparaba para retirarse de su domicilio para ir a cumplir las tareas habituales a la Contaduría General de la Provincia, cuando en su casa se presentaron dos personas que fácilmente la redujeron al mostrarle pistolas calibre 9 mm. Tras meterla en su casa por la fuerza, fue sometida a agresiones verbales de todo tipo y amenazas para que entregara el dinero que tenía en su poder. La mujer, junto a su hijo de 12 años y un hombre de su confianza que le realiza trámites administrativos, sintieron el rigor de los delincuentes por lo que no le quedó otra alternativa que buscar la llave, trasladarse hasta el dormitorio donde abrió la caja fuerte empotrada en la pared. Los asaltantes tomaron varios fajos de 100 pesos y tras embolsarlos con otros objetos de valor, prepararon la fuga. Primero maniataron a los ocupantes de la casa y con el camino libre se retiraron sin levantar sospechas en el vecindario. Luego de liberados dieron aviso a la Policía, que desplegó varios operativos pero sin resultados importantes. Mientras tanto, personal de Investigaciones de la Jefatura de Policía de Paraná y de la provincia se abocaron a la pesquisa con el fin de tratar de localizar a los dos delincuentes, como así también del dinero. Se supo que la mujer había obtenido un crédito en un banco del centro de Paraná, y junto a su hermana iban a realizar una operación inmobiliaria. El tema es que la llegada del dinero a la casa fue advertida por los delincuentes y por ello la Policía trabaja incansablemente en determinar cómo se filtró el dato. La figura del entregador es apuntalada en los investigadores por algunos indicios y datos que no fueron suministrados, pero que dan crédito a que en las próximas horas puedan llegar a existir novedades sobre el suceso. Se dijo que hay un sospechoso, cercano a la víctima, que contaría con antecedentes y que se pudo ganar la confianza de la empleada pública jerarquizada. Por otra parte, se conoció que los ladrones pudieron haber escapado en una motocicleta con destino a calle Hernandarias. El hecho no fue observado por vecinos, ni tampoco por el personal de la comisaría tercera. Se cree que los autores del hecho trabajaron tranquilos, sin levantar sospechas. La víctima y el allegado dieron precisiones de los dos ladrones, que actuaron con sus rostros ocultos, pero hasta anoche no se habían recolectado indicios de importancia. Un dato que también trata de ser apuntalado para que permita tener fuerza en la investigación, es que la caja fuerte fue comprada 10 días atrás en un supermercado de Almafuerte y Zanni. La mujer la empotró en la pared contratando un albañil, que es parte de la pesquisa. (Fuente: El Once Digital)