A
sí, por ejemplo, abordaron la problemática del tránsito vehicular, el costo de los servicios, el transporte público, la evolución de la planta de personal municipal y marcaron las medidas consideradas para el grupo de “erráticas”. Planta sobrecargada Para la asociación, el Municipio se encuentra superpoblado de empleados y mencionó que mientras los parámetros internacionales fijan 0,80 a 1,00 empleados cada 100 habitantes, Paraná tiene prácticamente el doble: 1,67 agente cada centenar de vecinos. Es que según los datos de la entidad, hay 5.850 empleados para atender a unos 300 mil habitantes aproximadamente. A partir de esos números, el grupo concluyó: “Tenemos una planta de empleados para una ciudad de 600 mil, con estas cifras es justo que exijamos eficiencia y garantía de buen servicio y trabajo”. Así las cosas, aseveraron que el Gobierno Municipal se obstina en seguir nombrando “empleados sin función”, lo que “perjudica el nivel salarial de los agentes de mayor antigüedad, encarece los servicios a los contribuyentes y no logra una mayor eficacia para la comunidad”. Servicios y tránsito El grupo reparó específicamente en el tránsito vehicular y en el transporte público. En cuanto al primero, expresaron que “el Municipio ostenta un poder de policía inexistente y los inspectores que posee no están capacitados o en su caso, no se les exige el cumplimiento del Reglamento de Tránsito”. Remarcaron que no hay controles en, por ejemplo, el paso de semáforos en rojo, exceso de velocidad, escapes libres, seguros y documentación del vehículo, vidrios polarizados, entre otras. Lo mismo pasa con los motociclistas respecto del registro de conductor, el uso obligatorio del casco, la capacidad de carga (circulan hasta cuatro personas por moto), el patentamiento. También hay –apunta el documento- contaminación sonora, falta de luces reglamentarias, circulación en contramano, estacionamiento en veredas y peatonal. Respecto del servicio de colectivos, se señaló que las frecuencias siguen siendo “muy espaciadas”, que las unidades “circulan sin reunir los requisitos de higiene y despiden emanaciones tóxicas”. Mientras, el boleto es más caro que en otras ciudades similares y “aún así, el gobierno municipal expresa con orgullo que (los vehículos) tiene control satelital”. Calidad en descenso Así las cosas, se afirmó que el deterioro de la calidad de vida del vecino paranaense “es notoria y evidente y se refleja a diario en accidentes que cuestan vidas humanas, en sus calles y veredas destrozadas, en el tránsito caótico, normas de tránsito que nadie cumple, semáforos sin luces para paso peatonal”. Además, enumeraron que falta de limpieza en las calles y paseos y hay “contaminación por el humo, la basura y del río con deshechos cloacales”.