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on muchos interrogantes y con rostros que evidenciaban una gran molestia al enterarse que tres personas armadas se llevaron este miércoles de tarde una jugosa suma de dinero de las oficinas del Club Patronato, trataban de digerir la novedad algunos altos oficiales en ámbitos de la Jefatura Departamental de Policía de Paraná. La situación no era para menos, ya que los ladrones golpearon con total impunidad a un empleado que se desempeñaría como cuidador en las instalaciones del club, redujeron a dos directivos y se llevaron mas de 150.000 pesos que estaban en una oficina, destinados al pago de sueldos de los jugadores del plantel de Argentino A, sin que nadie pudiera hacer nada por impedirlo. Pero la molestia y la incomodidad que a duras penas disimulaban los responsables de la Departamental tenía que ver con un simple interrogante: ¿a quién se le ocurre realizar un manejo de dinero de estas características, teniendo en cuenta que seguramente muchos sabían que este miércoles posiblemente se iba a destinar efectivo para un pago del plantel y aún así no se previó solicitar ningún tipo de custodia para evitar que ocurra lo que finalmente ocurrió? Interrogantes Los directivos de Patronato, como cualquier otro club que maneja eventos deportivos con altas entradas de dinero en efectivo, conocen perfectamente la necesidad de dispositivos especiales para traslados de cajas de recaudación. Incluso existiría –según trascendió- alguien que oficiaría de lo que se podría denominar como responsable de seguridad interna, quien es a su vez un oficial de alta jerarquía con desempeño en la Jefatura de Policía de Entre Ríos, con cargo de subdirector. Si no consultaron a este asesor de seguridad, si no previeron lo que podía llegar a pasar por un ecxeso de confianza o porque así lo venían haciendo con anterioridad y nunca había ocurrido nada, son preguntas cuyas respuestas pueden servir quizá para no cometer el mismo error, pero obviamente no para subsanar lo ocurrido. El hecho Los autores del asalto fueron tres sujetos, llamativamente bien vestidos, de entre 30 y 35 años, quienes lograron llegar a la oficina donde estaba el dinero, arma en mano y a cara descubierta, luego de reducir al empleado Julio Villagra, a quien le pegaron brutalmente en la cabeza. Solo uno de los delincuentes llevaba un gorro de lana, pero el hecho de que actuaran a cara descubierta permitió que llegaran hasta el lugar del dinero sin despertar inquietud de algun posible testigo del ingreso de los asaltantes. Ya en la oficina en la que se manejaba el monto que iba a ser destinado al pago de los jugadores, los delincuentes redujeron al presidente del Club, Miguel Hollman y al vice segundo, José Gómez, a quienes –según trascendidos- obligaron a tirarse al piso, mientras embolsaban el efectivo. Gómez dijo que pese a que estaban a cara descubierta no pudo reconocer a estos sujetos como gente que en algún momento pudo haber pisado el club con anterioridad. Luego de lograr el botín, los delincuentes salieron corriendo hasta calle Presbítero Grella –sector de la puerta principal , mientras algunos dirigentes y personas ligadas a Patronato, que advirtieron lo que acababa de pasar salieron corriendo a seguirlos pero no lograron darle alcance . Según habrían podido observar algunos vecinos de la zona, los delincuentes corrieron hasta calle Saraví, donde abordaron un automóvil en el cual emprendieron una veloz fuga en contramano, sin poder dar precisiones sobre el tipo de coche en el que se fueron. Hasta el cierre de esta edición, los investigadores del caso seguían tomando testimonios y buscando pistas pero no existían elementos sólidos como para señalar un rumbo definido hacia donde apuntar. (Fuente: El Diario)