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a decisión del Superior Tribunal de Justicia (STJ) del 2 de junio último de apartar de su cargo de titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 8 a Roberto Oscar Parajón, todavía sigue produciendo conflictos en el seno del Poder Judicial. Parajón había protagonizado un entredicho con su secretaria, Norma Viviana Ceballos, motivado por una queja del Colegio de Abogados ante el STJ por la tardanza del Juzgado en resolver las causas en trámite. El ex juez le endilgó a su ex secretaria la culpa de haber «cajoneado» expedientes, y eso motivó la renuncia de Ceballos a su cargo de secretaria. Aunque la discusión llegó a oídos del vicepresidente del STJ, Germán Carlomagno, marido de Ceballos, A Parajón se lo separó del cargo —hasta entonces había ocupado durante cuatro años el cargo de juez suplente— acusado de haber actuado «arbitrariamente y con abuso de poder» al pedir la renuncia de su secretaria luego de aquel entredicho. Claro que en medio se colaron asuntos extrajudiciales: un vocal del STJ, Carlos Chiara Díaz, puso reparos sobre el fundamento último de la separación del ex juez. Chiara Díaz advirtió que «nosotros no estamos aquí para apoyar y solidarizarnos con Germán Carlomagno ante lo que le hicieron a su pareja (Ceballos), como alguien se permitió decir con descarnada crudeza, sino para hacer justicia y decidir conforme a las constancias legítimamente incorporadas y válidas, y en función del derecho vigente”, según el texto de la acordada del máximo tribunal del 2 de junio. «Libelo» rechazado Luego de la separación de Parajón se abrió un sumario en la Justicia a pedido de Ceballos, en tanto el magistrado removido presentó sendos recursos para que la decisión del STJ fuera reconsiderada, aunque ninguno de esos trámites se ha podido concluir hasta ahora. Aún así, el STJ decidió nombrar nuevamente a Ceballos en la secretaría del Juzgado Civil y Comercial Nº 5, mientras que a Parajón se lo obligó a volver no a su lugar originario de carrera dentro del Poder Judicial —relator del vocal Carlomagno— sino junto al defensor general, Maximiliano Benítez. El nombramiento de Ceballos motivó el 18 de agosto último una presentación de la sección Paraná del Colegio de Abogados de Entre Ríos en la que hizo conocer su «descontento», sin que esa opinión pudiera hacer mella en los «méritos» de la profesional. «Se trata de una opinión discorde hacia el máximo órgano del Poder Judicial de la Provincia, que decide la antedicha designación cuando todavía no está resuelto el recurso de revocatoria interpuesto por el otrora juez a cargo del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial Nº 8 de Paraná, Roberto Oscar Parajón, contra la resolución de dicho cuerpo al acordar desplazarlo, y cuando —conforme los trascendidos mediáticos— la doctora Ceballos se encontraría involucrada en los hechos que motivaron la remoción del magistrado», dijo el Colegio de Abogados. La nota de los abogados fue respondida en duros términos por el STJ el 11 del actual a través de un escrito que firmó su titular, Daniel Carubia, en la que resaltó que la designación de Ceballos fue resuelta «con absoluta observancia de las normativas» no existiendo «ni inhabilidad alguna para el desempeño del cargo por parte de la persona propuesta, ejercitando facultades constitucionales y legales propias, exclusivas y excluyentes». Para el máximo tribunal el contenido de la nota de los abogados constituye «un inadmisible intento de indebida ingerencia (sic)», y carece «totalmente de argumentos mínimamente atendibles y exhibiendo sólo una actitud prejuiciosa y ciertamente discriminatoria», lo cual «más allá de su evidente falta de seriedad, no guarda ninguna conexión obstaculizante de la decisión adoptada». Y más aún refutó con dureza el planteo de los profesionales al sostener que «el libelo en examen deviene manifiestamente impertinente e impone, sin más, su devolución a los presentantes». Lenguaje «inapropiado» Lejos de cerrar la discusión, la sección Paraná del Colegio de Abogados, con la firma de su presidente, Daniel Galizzi, y su secretario, Daniel Cotonaro, rechazó los términos usados por el STJ para contestar el pedido, y los consideró «al menos, inapropiados». En su respuesta, recordó que «todas las gestiones emprendidas por esta Sección en relación a la designación de magistrados y funcionarios judiciales, con carácter de suplentes, han sido siempre llevadas a cabo con el mayor respeto hacia el STJ». A ese respecto, advierte la entidad “que los términos utilizados por el máximo tribunal resultan equívocos y hasta exagerados. Y subraya que la calificación de “impertinente” hacia la presentación efectuada “nos provoca una gran preocupación, por cuanto denota la insensibilidad por parte del STJ a la opinión de los abogados, que constituimos un órgano necesario –y no sólo auxiliar—para el funcionamiento del servicio de justicia”. Además, rechaza que haya pretendido inmiscuirse con facultades propias del máximo tribunal, “sino simplemente hacer conocer la opinión de los matriculados del foro local”. Por eso, y “preocupados y perplejos por las injustificadas expresiones del STJ”, la sección Paraná se dirigió al presidente del Colegio de Abogados de Entre Ríos, Orlando Alberto Jorge, para que haga conocer esa postura al máximo tribunal, y que además dé intervención a la Federación Argentina de Colegios de Abogados “a fin que tome conocimiento del tratamiento proferido a los representantes legales del foro de la ciudad de Paraná por quienes ejercen la representación del Poder Judicial”. Reubicación La decisión del Superior Tribunal de Justicia de reubicar en otro juzgado a la ex secretaria del Juzgado Civil y Comercial Nº 8, Norma Ceballos, se conoció a principios de agosto último. Ceballos fue nombrada como secretaria del Juzgado Civil y Comercial Nº 5, supliendo en esa función a Mónica Ronchi, acogida al beneficio de la jubilación. La medida se resolvió a través de una disposición del 29 de julio pasado. (Fuente: El Diario)