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egún datos de la OMS, diariamente intentan suicidarse 3000 personas, anualmente casi un millón lo concretan y se estima que en 2020 las víctimas podrían ascender a 1,5 millones. A fin de reducir al mínimo los fallecimientos por esta causa, integrantes del Programa de Prevención del Suicidio de Entre Ríos realizan permanentemente jornadas de actualización de información que permitan conformar redes comunitarias integradas por efectores de los distintos organismos públicos y privados, organizaciones no gubernamentales, asociaciones civiles, iglesias de diferentes cultos, integrantes del poder judicial y fuerzas de seguridad. “Notamos que la ciudadanía está muy ávida de información sobre esta problemática”, manifestó la coordinadora del Programa en Entre Ríos, Irene Fuchs, y comentó que las capacitaciones como la brindada días pasados en Gualeguaychú “son una forma de brindar líneas de acción sobre qué cosas se pueden hacer, es una forma de darle poder al común de la gente y sobre todo a los efectores públicos que están permanentemente trabajando con esta problemática”. Fuchs señaló que las jornadas que efectúan “poseen un alto impacto, porque se moviliza a la comunidad en su conjunto”; y apuntó que un caso paradigmático en la provincia fue el de Chajarí: “Previo a que efectuáramos esta capacitación, se habían registrado 17 suicidios y luego bajó a tres casos”. “El aislamiento social predispone a una persona a situaciones de crisis y en ocasiones se busca el suicidio como una alternativa que en realidad es un callejón, ya que no acuden a los servicios de salud mental”, reflexionó la coordinadora del Programa y advirtió que por ello “trabajamos en todo lo que es la prevención a mediano y largo plazo, lo cual se logra mediante la institución escolar, que así como forma personas y ciudadanos, debemos fortalecer a la persona individual para que en situaciones de crisis sepan que hay otra forma de resolver los problemas”. El comportamiento suicida viene determinado por un gran número de causas complejas o factores de riesgo tales como la pérdida de seres queridos sin poder elaborar el duelo, la baja autoestima, la aceptación del suicido como forma de resolución de problemas, la ruptura de relaciones, problemas jurídicos o laborales. El abuso de alcohol y estupefacientes, así como los maltratos en la infancia y determinados trastornos mentales, como la depresión y la esquizofrenia, también tienen gran influencia en numerosos suicidios. Pero hay muchas personas que aún teniendo estos factores de riesgo conservan la esperanza de cambio y esto los preserva de concretar un acto suicida. “El hombre es el que menos va a una consulta psicológica y vemos que en las estadísticas marcan que la mayor cantidad de suicidios se dan en varones de entre 22 y 50 años, por lo cual es importante reconocer que el suicidio se puede evitar mediante una pronta identificación de los factores de riesgo y el tratamiento adecuado de los trastornos mentales”, sostuvo Fuchs. Entre los factores de protección contra el suicidio cabe citar una alta autoestima y relaciones sociales ricas con los familiares y amigos, el apoyo social, una relación estable de pareja, habilidad para enfrentar situaciones e incluso las creencias religiosas o espirituales. “Debemos sacar de la cabeza de la gente que la predisposición al suicidio puede ser algo hereditario, porque evidentemente hay una tendencia en ciertas patologías mentales, pero no al suicidio en sí que tiene más que ver con un modelo a seguir”, advirtió la funcionaria. Reiteró que por eso es importante “acudir a un profesional cuando ocurre un hecho de estos en un grupo familiar”. Mitos que se convierten en factores de riesgo - Si intentó suicidarse y fracasó, no quería hacerlo: no se debe subestimar ningún intento, porque el riesgo de suicidio es más alto si hubo intentos fallidos previos. - Si intentó suicidarse con pastillas, es sólo para llamar la atención: si una persona recurre a estos métodos tan extremos, es que realmente necesita atención. - Los que dicen que se van a suicidar, no lo hacen: la mayoría de los suicidios, fueron anticipados, directa o indirectamente. - Hay que estar depresivos para suicidarse: aunque entre los depresivos hay un alto riesgo de suicidio, no es la única patología que lleva a tal acto. - No hay que hablar sobre el tema, para no darle ideas: es fundamental poder hablar del tema, interponer la palabra a la acción, trabajar los motivos buscando soluciones, así como encontrar sentido a la vida. - Los suicidas son cobardes, o por el contrario, los suicidas son valientes: no son ni cobardes ni valientes, porque estos atributos no se miden por las veces en que un sujeto se quita la vida o deja de quitársela. Para tener en cuenta En 2001 los suicidios registrados en todo el mundo superaron la cifra de muertes por homicidio (500.000) y por guerras (230.000).