H
ace 18 años cuando nací, mi querida vieja y mi fallecido viejo eligieron el barrio Sáenz Peña por varios motivos, pero sin dudas uno de ellos fue la seguridad; es que vivir a dos cuadras de la comisaría segunda hace unos años generaba una notable sensación de tranquilidad. Pero si, 18 años después, en calle Alem (entre Illia y Villaguay) a las 6 de la tarde de un sábado aparentemente normal, un delincuente puede tomarse el atrevimiento de asaltar, ante los ojos de todos (menos la policía claro está), a una señora de 50 años que se dirige con cartera en mano hacia la cochera de su auto. En este momento el lector estará pensando: “¿De que se sorprende este pibe?” O “Este escribe porque le robaron a la madre de el”. Bueno tal vez tenga razón, pero tengo algunos temas mas para comentar. Luego de este episodio, mi madre y algunos vecinos que se acercaron de manera muy solidaria luego del infortunio, tuvieron la curiosidad de averiguar el precio de una custodia policial de 24 horas para la cuadra. El precio no tardo en llegar, y 20.000 pesos mensuales parecía ser el precio de la tranquilidad. A este mal trago se le pueden agregar al menos 5 o 6 de mayor o menor gravedad que se han sucedido en el radio del barrio en el último mes y, un dato no menor que se suma a la cuestión, es la cercanía de mi vivienda con la del señor intendente municipal José Carlos Halle. La altura de la calle Illia en la que reside el señor intendente, que a partir de este momento llamaremos “El paraíso”, es exactamente cien dígitos anterior a la que eligió mi madre aquella vez que les comentaba, pero una pequeña diferencia subyace entre el mencionado “Paraíso” y el aparente infierno que nos toca vivir al resto de los mortales del barrio Sáenz Peña; acertó, el señor intendente sí cuenta con la extravagante suma de dinero y, en consecuencia, duerme tranquilo. Esta carta de lectores no intenta denunciar una “zona liberada”, ni la inoperancia policial o política del momento, eso lo deja en manos de gente mas capacitada, solo intenta pedirle al señor intendente que nos invite a pasar al tan codiciado “paraíso” en el que habita para el próximo verano poder, como mínimo, sacar el auto de la cochera. Gonzalo Anzola DNI: 35441174