P
arece que el afán de un diputado nacional entrerriano por mostrarse “muy cercano al kirchnerismo” le terminó jugando en contra. Resulta que “su esposa se le terminó yendo para el sur del país, en busca de una cómoda y ´masculina´ pingüinera que su esposo ya no le daba”, se confió a RUMORES. Según nuestras fuentes “el legislador decidió ahora dedicarse definitivamente -y sin tapujos- a su vieja pasión: la antropología (del griego άνθρωπος anthropos, `hombre (humano)´, y λογος, logos, `conocimiento´; o sea “conocer hombres”)