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uentes allegadas a la investigación aseguraron que la muerte de un empresario ocurrida este martes en la mañana en nuestra ciudad, al menos, sería “altamente sospechosa”, dadas algunas evidencias encontradas por los forenses al realizar la necropsia en la Morgue Judicial de Oro Verde. La tarea les demandó inclusive un tiempo más que prolongado, precisamente, por la aparición de tales evidencias que, en un principio, pondrían un manto de duda en la posibilidad de un suicidio. Peritajes En un primer momento la policía y la Justicia creyeron estar frente a un suicidio cuando un llamado telefónico al Comando Radioeléctrico informó el hallazgo del cuerpo de un hombre joven, sin vida, decapitado y en medio de un charco de sangre, en un galpón existente en calle Federación al 500 de nuestra ciudad. Al llegar los móviles policiales, minutos después de las 9, determinaron que esa persona era Exequiel Nelson Cabrol, de 39 años, quien fue encontrado por un amigo al que, aparentemente, esta persona le había enviado un mensaje de texto solicitándole que fuera hasta el depósito donde el empresario tenía un acopio de bolsas de harina para ser distribuidas aunque también, después trascendió, había comenzado a incursionar en emprendimientos turísticos. Al lugar fueron convocados personal de Criminalística y de la División Homicidios a quienes, posteriormente, el Juez de Instrucción en Turno, sugestivamente, les encomendó intervenir en la causa. Aparente suicidio El escenario que encontraron los policías, en este tipo de episodios, era el que habitualmente se encuentra cuando una persona decide ahorcarse aunque esta vez, el panorama, se veía agravado por la decapitación del occiso. El cuerpo sin vida de Cabrol estaba tirado en el piso, ya que la soga de nylon que habría utilizado para quitarse la vida se cortó a raíz del fuerte cimbronazo que también provocó la descabezamiento al caer al vacío. Los primeros peritajes realizados en el lugar por personal de la Dirección de Criminalística y de la División Homicidios habrían podido determinar que Cabrol, que se encontraba solo en el depósito, habría tomado una escalera de dos metros y se subió a una estiba de bolsas de harina que llegaba a una altura de 5 metros y desde allí habría atado un cordel de nylon muy fino a una cabriada del lugar y a su cuello para luego arrojarse al vacío pereciendo en forma instantánea. (Fuente: El Diario)